Moscú

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se erigió ayer formalmente como líder de Rusia Unida (RU), partido oficialista que cuenta con una mayoría de más de dos tercios en la Duma o Cámara de los Diputados. De esta manera Putin se asegura el control de la mayoría parlamentaria de cara a su propio nombramiento como primer ministro designado por el Parlamento.

Los más de 600 delegados aprobaron por unanimidad la elección de Putin como presidente de la formación en el IX Congreso de RU, cargo que asumirá por un período de cuatro años, inmediatamente después de que abandone la jefatura del Estado, el 7 de mayo próximo, informa «Efe». El propio jefe de Kremlin solicitó que su elección sea efectiva a partir esa fecha, una vez que su sucesor, el presidente electo, Dimitri Medvedev, sea investido como presidente de Rusia.

«Agradezco la propuesta de los militantes del partido y su dirección. Muchas gracias. Estoy dispuesto a asumir una responsabilidad adicional y a encabezar Rusia Unida», con estas palabras Putin aceptó el ofrecimiento de encabezar la formación, que actualmente dirige Boris Grizlov, presidente de la Duma.

El jefe del Kremlin destacó que en los siete años transcurridos desde la fundación de RU, el partido consiguió «garantizar la unidad y cooperación de distintos grupos sociales» y que sin su aportación «no habría nada de lo que se considera como logros de los últimos años».

Grizlov, al que Putin solicitó continuar al frente de la coordinación del trabajo partidista, invitó también a Medvedev a ingresar a RU, propuesta que fue declinada por el presidente electo.

Al mismo tiempo, Medvedev respaldó calurosamente la iniciativa de que Putin encabece el partido. «Creo que se trata de una propuesta lógica y oportuna. El acuerdo del presidente (Putin) permitirá fortalecer el partido y robustecerá la cooperación de los poderes ejecutivo y legislativo a nivel federal», subrayó.

Medvedev ya anunció que nada más ser investido como presidente de Rusia propondrá a la Duma la candidatura de Putin para el cargo de primer ministro.

Por otra parte, la venta de armas por más de 2.000 millones de dólares y la cooperación energética coparán la agenda del primer cara a cara entre los presidentes ruso, Vladimir Putin, y libio, Muammar al-Gaddafi.

Putin llegará a Trípoli hoy, miércoles, por invitación de Gaddafi, en un intento de aprovechar el fin del aislamiento del régimen libio para aumentar la presencia de las compañías de energía rusas en ese país magrebí, según informaron ayer fuentes del Kremlin.