Moscú

Rusia y EE UU firmaron ayer, en el último día como presidente de Vladimir Putin, un acuerdo de cooperación intergubernamental para el uso pacífico de la energía nuclear, según informó la agencia Interfax y recogió «Efe».

El acuerdo permitirá ampliar la cooperación, entre otros asuntos, sobre almacenamiento de materiales radiactivos y desarrollo de proyectos conjuntos. En el acto de la firma, Moscú calificó de «vestigio de la "guerra fría"» la falta de cooperación entre ambos países en el sector nuclear y aseguró que el acuerdo «crea las condiciones para el desarrollo a gran escala de la energía atómica», al tiempo que «endurece el régimen de no proliferación nuclear» en el mundo.

Según los expertos, el acuerdo marco sienta las bases jurídicas para la cooperación directa de las compañías rusas y norteamericanas del sector, pues hasta ahora Rusia no tenía acceso directo a ese atractivo segmento del mercado estadounidense.

El presidente saliente Putin había denunciado reiteradamente que las empresas atómicas rusas sufrían «limitaciones discriminatorias» en EE UU y sólo podían suministrar uranio para las plantas nucleares norteamericanas a través de un intermediario monopolista.

Fuentes oficiales rusas desmintieron las afirmaciones de que a raíz del nuevo acuerdo, cuya firma se demoró en particular por la cooperación de Rusia con Irán en materia de energía atómica, Moscú proceda a importar combustible nuclear gastado y otros desechos radiactivos.

«Este acuerdo se esperaba hace veinte años, pero el proceso salió de punto muerto sólo cuando los presidentes de Rusia y de EE UU, en la cumbre de San Petersburgo en julio de 2006, impartieron instrucciones a sus gobiernos», dijo un representante del Ejecutivo ruso.

La fuente añadió que «es sintomático que esta tarea se cumpla en el último día del mandato presidencial de Vladimir Putin». Hoy miércoles se celebrará la ceremonia de investidura del presidente electo de Rusia, Dmitri Medvédev, y al día siguiente Putin pasará a encabezar el Gobierno de Rusia.

Mientras tanto, Putin aseguró que la presencia de aviones de guerra y material bélico en el desfile que se celebrará el viernes en la plaza Roja no significa que Rusia esté desarrollando su capacidad armamentística pero sí es una demostración de su potencial militar. «No estamos blandiendo armas. No amenazamos a nadie ni pensamos hacerlo», declaró Putin su última reunión como Presidente con los miembros del Gobierno y los directivos de la Administración presidencial.