Washington

Los líderes demócratas en el Congreso de EE UU están presionando a los superdelegados indecisos para que escojan entre los dos aspirantes a candidato a la Casa Blanca, Hillary Clinton y Barack Obama, y así dar por concluida la campaña demócrata para la nominación presidencial, que dura ya seis meses.

Un asesor demócrata explicó a la CNN que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, está hablando con los superdelegados que aún no han comprometido su voto para que tomen una decisión antes de que finalice la próxima semana.

Mientras, los demócratas ultimaban ayer sus argumentos para resolver hoy la complicada papeleta de Michigan y Florida, estados donde se celebraron primarias anuladas, por haber sido adelantadas, que ganó Clinton. De la decisión depende tanto el futuro de la candidatura de la senadora por Nueva York como la propia unidad del partido. Son 368 los delegados que están en juego y su entrada en la partida podría darle la vuelta al actual tanteo, favorable a Obama. Éste no se presentó en Florida, donde Clinton ganó sin rival, pero sí en Michigan, donde perdió.