México / Oviedo

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) obtuvo el domingo una rotunda victoria en las legislativas de México, dejando al mandatario derechista Felipe Calderón (PAN) a su merced, en un Congreso de donde deben salir las leyes y reformas clave para que el país supere su profunda crisis económica. El tercer partido importante en liza, el izquierdista PRD, también sufrió un notable varapalo.

El PRI se ha consolidado a la cabeza de 19 de los 32 estados de México, según los últimos datos dados a conocer ayer por las autoridades. Con el 98,65% de los votos escrutados, el programa de resultados electorales preliminares (PREP) sitúa al PRI con el 36,83% de los sufragios, seguido del oficialista Partido Acción Nacional (PAN) con el 27,96%, y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) con el 12,23%. La abstención fue del 55,29%.

Proyecciones electorales realizadas por algunos especialistas apuntan a que el PRI pasaría de tener 106 escaños en la Cámara de Diputados, a ocupar unos 243 de un total de 500, aunque la cifra final se conocerá solamente cuando se difundan los resultados oficiales. Por el contrario, todos los demás partidos se mantienen igual o pierden participación legislativa: el PAN pasa de 206 diputados a 140, y el PRD de 126 a 74. Igualmente, descienden numerosos partidos menores.

«El presidente tendrá mucho trabajo de cicatrización por delante», explicó el director de la Fundación Este País, Eduardo Bohórquez, para quien el mandatario conservador es consciente, como transmitió en un mensaje conciliador el domingo por la noche, tras la amarga derrota del PAN, de la necesidad de fortalecer la relación entre el Congreso y su Administración.

«La campaña fue dura, hubo descalificaciones a todos los niveles entre PRI y PAN. Calderón tiene que trabajar muy rápido y muy duro antes del 1 de septiembre», cuando se constituya el nuevo Congreso, agregó.

La victoria priísta, aseguró, no es absoluta porque ese partido pasará los próximos años sometido «a una extrema vigilancia social» rumbo a 2012, cuando se celebren las próximas elecciones presidenciales, aseguró el analista.

Bohórquez sostuvo que una reforma laboral es «pieza clave» para la reactivación económica de México, pero apuntó a otras cuestiones que explotará la nueva primera fuerza en la Cámara de los Diputados.