Roma / Oviedo

El ministro de Desarrollo Económico italiano, Claudio Scajola, anunció ayer su dimisión por el escándalo causado por la supuesta compra de un apartamento en Roma con dinero negro proveniente de uno de los implicados en la trama corrupta de obras públicas en sedes de eventos como el G-8 de La Magdalena. En rueda de prensa, recogida por «Efe», el Ministro justificó su decisión en el hecho de poder defenderse del escándalo, por el que, por otra parte, no figura en la lista de indagados por la Fiscalía de Perugia, que se encarga del asunto.

Según revelaciones de los medios de comunicación italianos, no confirmadas, ni por las autoridades de Perugia ni por el ministro, Scajola compró hace unos años un apartamento próximo al Coliseo de Roma con cheques bancarios emitidos por el arquitecto Angelo Zampolini.

Este arquitecto, al que se investiga por supuesto blanqueo de dinero, es hombre próximo a Diego Anemone, uno de los detenidos el pasado febrero por la supuesta trama de corrupción en la concesión de las obras para grandes eventos celebrados en Italia, entre ellos la cumbre del G-8 que en principio se iba a celebrar en la isla de La Magdalena y que después se trasladó a L'Aquila, la localidad devastada por el terremoto de 2009.

La Fiscalía de Perugia trabaja, según los medios, sobre la hipótesis de que el dinero que Zampolini pudo blanquear, y con el que se sospecha que se pudo comprar el apartamento de Scajola en Roma, provenga de Anemone, quien supuestamente organizó una fiesta sexual para el jefe de la Protección Civil, Guido Bertolaso, a cambio de favores en las concesiones de obras públicas.

Por otra parte, el primer ministro, Silvio Berlusconi, aseguró que en Italia «hay incluso demasiada libertad de prensa». Ésta fue su respuesta a un informe de Freedom House que sitúa al país en el puesto 72.º y lo califica de «parcialmente libre».