Londres / Oviedo, Agencias

El primer ministro británico, el conservador David Cameron, anunció ayer una auditoría de las cuentas del Gobierno laborista de Gordon Brown durante el último año tras detectarse varios ejemplos de gastos «disparatados». En una entrevista a la BBC, el nuevo primer ministro anunció también que se pondrá fin a la política de conceder primas a los altos cargos de la administración en tiempo de crisis.

En este sentido, dijo que el presupuesto para el pago de dividendos por consecución de objetivos a los altos cargos de la Seguridad Social y otros departamento de la administración se recortará en dos tercios para el ejercicio 2010-2011, lo que supondrá un ahorro de 15 millones de libras (17 millones de euros).

Sobre la auditoría, declaró: «Lo que hemos visto hasta ahora son sólo ejemplos individuales de procedimientos muy incorrectos y de comportamiento incorrecto, decisiones en relación al gasto en el último año aproximadamente del Gobierno laborista que ningún Gobierno racional habría adoptado».

Mientras, el ministro británico de Economía, el «tory» George Osborne, informó de que dará a conocer su primer presupuesto de emergencia el próximo 22 de junio, cuando el Gobierno de coalición habrá cumplido seis semanas en el poder.

En una presentación ante la prensa en la sede del Tesoro, en Londres, Osborne dijo también que la próxima semana ofrecerá detalles de su plan de recorte del gasto en 6.000 millones de libras (unos 6.840 millones de euros) como parte del programa para reducir el abultado déficit del Reino Unido.

Asimismo, Osborne anunció la creación de un organismo independiente para supervisar la forma en que el Gobierno afronta la reducción del déficit público. Esta nueva institución, la Oficina para la Responsabilidad Presupuestaria, estará dirigido por Alan Budd, antiguo directivo del Banco de Inglaterra, y publicará sus previsiones fiscales al menos dos veces al año, además de aconsejar el Gobierno sobre si debe endurecer o aliviar el ajuste.