La Habana, Efe

El disidente cubano Guillermo Fariñas dijo ayer a «Efe» que representantes de la Iglesia católica le han comunicado que el Gobierno de Raúl Castro comenzará hoy a dar «pasos previos» sobre los presos políticos enfermos y que se prevé una reunión la próxima semana «para hablar de liberaciones».

Fariñas, desde hace 88 días en huelga de hambre y sed para pedir la excarcelación de 26 opositores presos enfermos, afirmó que un representante católico le anunció que el régimen «ingresará» en hospitales a los presos que estén más enfermos y que reubicará a otros en prisiones más cercanas a sus lugares de residencia.

Según Fariñas, el obispo auxiliar de La Habana, Juan de Dios Hernández, lo visitó el sábado en el hospital donde está internado, en la ciudad de Santa Clara, y le dijo que esa información fue ofrecida a la Iglesia el viernes por el secretario del Consejo de Estado de Cuba, Homero Acosta.

Añadió que Acosta habló el sábado por teléfono con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, y le comunicó que «a partir del lunes iban a comenzar los pasos previos que había pedido la Iglesia con respecto a los presos políticos».

Además, Fariñas aseguró que a finales de la próxima semana las autoridades católicas tendrán «otra reunión para hablar de liberaciones» con el Gobierno de la isla. A juicio del disidente cubano, existe «una expectativa ya esperanzadora» tras las conversaciones sostenidas entre la jerarquía católica y el presidente del país.

El general Castro conversó sobre la situación de los presos políticos en Cuba con el cardenal Ortega y el presidente de la Conferencia de Obispos Cubanos, Dionisio García, en una reunión de más de cuatro horas que se celebró el pasado miércoles y que ha confirmado el papel de mediación de la Iglesia ante el Gobierno.

En conferencia de prensa el jueves, el cardenal Ortega situó ese encuentro como un proceso aún no concluido pero cuyo inicio calificó de «magnífico» y «novedoso» y en el que la Iglesia aspira a que haya excarcelaciones.

«Le dijimos a monseñor Hernández que nosotros confiábamos en la Iglesia católica cubana», resaltó Fariñas, que, no obstante, agregó que aunque la Iglesia le ha comunicado cuáles son los resultados de las gestiones, es el Gobierno «el que debe» llevarlos a cabo. «Sería muy importante que se empezara a hacer eso», subrayó el disidente.

El también psicólogo y periodista afirmó ayer que abandonaría su huelga de hambre y sed si el Gobierno cubano libera a los presos políticos más enfermos, que cifró en doce, y se compromete a un plazo para excarcelar al resto.

El sábado también se celebró una reunión entre el cardenal Ortega y monseñor Hernández con representantes de las Damas de Blanco, familiares de presos condenados en 2003, según informó Berta Soler, una de las integrantes de ese grupo. «Estamos llenas de esperanza, por lo que hemos hablado con el cardenal y monseñor y parece que se avecina algo bueno para los presos», dijo Soler.

El ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, que visitó España la pasada semana, aseguró a la agencia «Europa Press» que en su país se trata con «dignidad» a todos los presos y que el sistema penitenciario de la isla es «el más humano del planeta».