Islamabad / Oviedo

Los rebeldes talibanes paquistaníes volvieron a sembrar el terror en la ciudad oriental de Lahore, capital del Punjab, con un doble ataque contra mezquitas de una secta minoritaria que causó decenas de muertos. Fuentes policiales de Lahore consultadas por Efe cifraron en 62 los fallecidos y en 86 los heridos en el doble asalto. Otras fuentes oficiales de Punjab citadas por cadenas locales elevaron a 70 el número de muertos.

Los ataques comenzaron de manera casi simultánea tras la oración del viernes, en torno a las 13.30 horas locales, momento en que sendos grupos de insurgentes asaltaron con granadas de mano, explosivos y rifles automáticos dos templos de la secta «ahmedi», tradicionalmente discriminada en Pakistán.

El asalto mas grave y de mayor duración ocurrió en el barrio de Ghari Shahu, donde más de cinco horas de asedio de un grupo de media docena de insurgentes dejaron 40 muertos y 60 heridos.

De acuerdo con la Policía local, los terroristas entraron en las instalaciones del templo abriendo fuego y, tras provocar varias explosiones, supuestamente de granada, tomaron un alto numero de rehenes de los aproximadamente 200 fieles que había en el interior del edificio.

En las imágenes difundidas por algunas televisiones paquistaníes se podía observar a uno de los atacantes con un rifle automático en un minarete y después se le veía desplazarse a lo largo de una pared para alcanzar otro edificio de la mezquita.

El asalto al templo de Ghari Shahu concluyó cuando tres de los terroristas se suicidaron al detonar cargas que portaban adheridas a su cuerpo, según la cadena privada Geo TV, tras lo cual las fuerzas de seguridad iniciaron una operación de rastreo de explosivos.