Ante la opción continuista de Santos se sitúa Mockus, un matemático y filósofo de origen lituano que ha logrado hacerse un hueco en estas presidenciales con una apuesta alternativa por la educación y el desarrollo sostenible.

Su principal baza es la prueba de la eficacia de su gestión en Bogotá, donde fue alcalde en dos periodos (1995-1997 y 2001-2003). En esta ciudad, el profesor de 58 años protagonizó una transformación radical a partir de la construcción de una conciencia ciudadana de tolerancia y protección a la vida y un saneamiento de las cuentas públicas que contribuyó a neutralizar la corrupción.

La seña de identidad de este académico es la apuesta por una revolución educativa que consiga erradicar los males endémicos del país, especialmente la corrupción. Una idea que ha sintetizado en la consigna "cuentas públicas, cuentas sagradas" y con la que pretende diferenciarse de gobiernos anteriores, salpicados por numerosos escándalos políticos.

No obstante, consciente de la importancia que reviste la seguridad en un país afectado por un conflicto interno, Mockus se ha manifestado a favor de las políticas iniciadas por la administración en curso y, en consecuencia, ha prometido continuar con ellas en caso de llegar a la Casa de Nariño.