Bruselas, Agencias

Francia defendió ayer ante la UE la expulsión masiva de gitanos con el argumento de que la libertad de circulación de inmigrantes no puede ser «incondicional».

El ministro francés de Inmigración, Eric Besson, dijo que las deportaciones son compatibles con el derecho comunitario, la legislación francesa e, incluso, con «los valores de la República» y añadió que se ha seguido «escrupulosamente» la letra de la ley. Besson negó que Francia haya llevado a cabo «expulsiones colectivas» y afirmó que detrás de cada deportación se encuentra una decisión judicial.

El tribunal administrativo de la ciudad de Lille, en el norte del país, anuló las órdenes de expulsión dictadas por la Prefectura del departamento Norte contra siete gitanos que fueron evacuados el pasado jueves.