La negociación que palestinos e israelíes iniciaron hace menos de un mes en Washington corría hoy peligro de colapso por el rechazo ayer de Israel a ampliar la moratoria a la construcción en las colonias judías de Cisjordania ocupada.

Poco después de que la moratoria concluyera la pasada medianoche, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hizo un llamamiento al presidente palestino, Mahmud Abas, para que no cumpla su anuncio de abandonar la negociación y prosiga con el proceso de paz.

El llamamiento al presidente palestino a "continuar las conversaciones" figura en un texto que la oficina del primer ministro israelí envió a los medios después de que Netanyahu mantuviera una conversación telefónica con la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton.

Netanyahu había mostrado ayer un perfil bajo y, en su mensaje dirigido a los colonos y a la extrema derecha israelí se había limitado a instar a "la moderación y la responsabilidad, hoy y en adelante, como en los diez meses que ha durado le congelación de la construcción en los asentamientos".

De acuerdo con el servicio de noticias Ynet, Netanyahu había instruido a sus ministros para que no hicieran declaraciones, y había pedido que se minimizaran los actos que habían sido convocados para celebrar una decisión que enfrenta a Israel con la comunidad internacional.

La petición no impidió, sin embargo, que miles de colonos se congregaran desde primera hora de la tarde del domingo en la colonia de Revava para festejar la reanudación de la edificación, algo que muchos esperaban montados en caravanas, tractores y hormigoneras.

Tras el fin de la moratoria, el único incidente armado que recogían los medios locales esta madrugada era el ataque por parte de activistas palestinos contra dos colonos judíos que resultaron levemente heridos en la cercanías de Hebron, en el sur de Cisjordania.

Determinación israelí

Pese a la presión de Washington, la UE y el Cuarteto de Paz -EEUU, la UE, la ONU y Rusia-, la determinación israelí a proseguir con la edificación en territorio ocupado era un secreto a voces desde los palestinos se negaran a reconocer a Israel como Estado judío.

Ese reconocimiento fue planteado por Netanyahu en paralelo a que Abas exigiera una prorroga de la moratoria, y la discusión de ambas condiciones había dominado las primeras semanas de la negociación sin que las dos partes encontraran un punto de encuentro.

Según la prensa árabe, Hillary Clinton, que hacer de mediadora en el proceso de paz, propuso la pasada semana que Israel ampliara la moratoria por sólo tres meses para salir del bloqueo y dar al proceso negociador la oportunidad de dar frutos en ese plazo.

La propuesta fue aceptada por Abas con la premisa de que las colonias quedarán bajo soberanía israelí en un eventual acuerdo de paz, y que "en tres meses podemos delimitar las fronteras del estado palestino, por lo que Israel puede después construir donde quiera".

Netanyahu no ha dado, sin embargo, su brazo a torcer.

Y ha trasladado la presión a Abas, que por un lado se enfrenta a la opinión internacional de que no debe abandonar la negociación, y por el otro tiene que hacer frente a las voces que en el seno del movimiento nacional palestino le piden que dé por acabado el proceso.

Acusaciones palestinas

En un comunicado ayer a los medios, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) anunció que suspende su participación en la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) por lo que califica de indefinición de Abas durante el proceso negociador.

Jalid Al Yarra, dirigente de ese grupo -el más numeroso de la central palestina tras el movimiento Al Fatah de Abas-, explicó a Efe que la OLP "no ha ofrecido garantías sobre la negociación, por lo que nos hemos visto obligados a tomar una decisión al respecto".

El movimiento islamista Hamás exigía entretanto desde la franja de Gaza que Abás abandone de inmediato la negociación con Israel.

"La mejor respuesta es que Abás abandone la negociación", dijo a los periodistas Fawzi Barhum, portavoz del movimiento islamista y para quien "reiniciar la construcción en mitad de la negociación significa que Netanyahu quiere usar el diálogo sólo como tapadera".

Pese a que ha anunciado y reiterado que el fin de la moratoria significa también el de la negociación, Abás optó también el domingo por un perfil bajo; según la prensa local, estaba a la espera de la notificación oficial de que Israel reanudará la construcción en sus colonias.

En algo, no obstante, fue claro; en una entrevista que publicó el diario árabe Al Hayat, con sede en Londres, el presidente palestino adelantó que la OLP dejara en manos de la Liga Arabe los pasos a seguir ante la intransigencia israelí pero que en ningún caso regresara a la lucha armada.

En eso último coincidió con el jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), general Gabriel Ashkenazi, que durante el fin de semana había advertido que no es previsible que un colapso en la negociación desate una oleada de violencia generalizada en Cisjordania.

Ashkenazi justificó su previsión en las escasas expectativas populares que, desde su inicio, ha suscitado el incipiente proceso de paz.