Al menos 21 combatientes, 10 rebeldes y 11 gadafistas -entre éstos un argelino-, han muerto en los duros combates que se libran en la estratégica ciudad oriental libia de Ajdabiya, informó hoy a Efe Ahmed Inasi, uno de los pocos médicos que permanecen en el hospital de la urbe.

Inasi explicó que desde el hospital se han oído fuertes explosiones, probablemente de cohetes Katiusha y misiles Grad procedentes de la zona oeste de la ciudad, que los gadafistas atacan sin tregua desde el mediodía del sábado.

Según el facultativo, las milicias de Gadafi se encuentran ya en varios barrios de la ciudad donde han entrado a bordo de vehículos civiles todoterreno y turismos, al tiempo que han apostado francotiradores en los tejados de varios edificios.

Al hospital, que carece de instrumental quirúrgico y equipamiento para operar, han llegado esta mañana tres rebeldes gravemente heridos por los disparos de esos francotiradores, dijo el médico a Efe, antes de salir rápidamente en una ambulancia hacia la puerta oeste de la ciudad a recoger cadáveres de los gadafistas, así como heridos de ambos bandos.

Los contados médicos que quedan en el hospital de Ajdabiya -evacuado a toda prisa el sábado tras el comienzo del ataque del régimen, según constató Efe en el centro sanitario- evacúan a los muertos y a los heridos graves a Bengasi, ya que su material para operar fue destruido y saqueado por las tropas de Gadafi antes de que abandonasen la ciudad poco después de iniciarse los ataques de la OTAN.

Inasi aseguró que entre los once muertos gadafistas, caídos hoy en la zona oeste de la ciudad, figura un ciudadano con cédula de identificación argelina.

Los portavoces rebeldes han afirmado reiteradamente que muchos mercenarios de países subsaharianos se han incorporado a las huestes del régimen, pero, de confirmarse la nacionalidad argelina del de hoy, sería la primera vez que aparece un ciudadano del principal vecino occidental de Libia.

El régimen del líder libio, Muamar Gadafi, ha anunciado que ya tiene lista la redacción de una constitución en la que sería la primera ley básica del país desde que éste logró su independencia de Italia. Sin embargo, no está claro cuál sería el encaje del propio Gadafi en este nuevo marco legal y la oposición recela de cualquier reforma que no implique la marcha del dirigente.

La nueva constitución reemplazaría al Libro Verde de Gadafi, un texto que mezcla Islam y socialismo que ha servido de base para el sistema político libio desde la década de 1970. Sin embargo, en la práctica el régimen estaba controlado férreamente y prohíbe la creación de partidos políticos.