Lisboa, Agencias

Portugal gira con claridad a la derecha. El rotundo triunfo del Partido Social Demócrata (PSD, conservador), que obtuvo casi el 39% de los votos en las legislativas anticipadas celebradas ayer, es el mejor resultado en las urnas de la derecha lusa en veinte años. Tanto es así que al líder de los socialistas y actual primer ministro, José Sócrates, le faltó tiempo para presentar la dimisión, tras comprobar que el PS había caído más ocho puntos con respecto a los comicios de 2009. La abstención fue del 41,1%.

Con un 92% de las circunscripciones de voto escrutadas, el PSD lograba el 38,9% de los sufragios y 94 diputados, frente al 28,07% del gobernante PS y sus 64 escaños. Los números hablan por sí solos: en 2009, el PSD obtuvo el 29,1% de los sufragios, y el PS, el 36,5%.

Con estos resultados, el presidente del PSD, Pedro Passos Coelho, de 46 años, que saltó por primera vez en estos comicios a la arena electoral, podría además gobernar con mayoría absoluta si se concreta su anunciada alianza con la tercera fuerza del país, el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP, demócrata cristiano), que sacó el 11,6% de los votos y veinte parlamentarios.

El PSD no obtenía un resultado tan elevado en unas elecciones legislativas desde 1991, cuando ganó con el 50,6% de los sufragios y el actual jefe de Estado, Aníbal Cavaco Silva, como aspirante a primer ministro. La victoria del centro-derecha pone fin a los más de cinco años de cohabitación entre Cavaco y Sócrates, que llegó al poder tras ganar con mayoría absoluta las elecciones de 2005.

La izquierda marxista, que centró su campaña en atacar al PS y le ha negado cualquier apoyo electoral, sufrió también, como los socialistas, una importante merma de votos, aunque más repartida. La coalición entre comunistas y verdes logra el 7,76% de los sufragios (frente al 7,8% en 2009), con una renta de tres escaños, y el Bloque de Izquierda obtiene sólo el 5,13% (9,8% en los anteriores comicios), con seis parlamentarios.

La crisis económica que sufre Portugal y las estrictas medidas de austeridad que se ha comprometido a adoptar para recibir 78.000 millones de euros de Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han acabado por desalojar del poder a Sócrates, que retuvo el poder en los comicios de 2009 pero sin mayoría absoluta.

«No me escondo detrás de las circunstancias: esta derrota electoral es mía, y quiero asumirla por entero esta noche. Por eso creo que ha llegado el momento de abrir un nuevo ciclo político en el Partido Socialista», dijo anoche Sócrates.

Con los ojos enrojecidos y visiblemente emocionado, el primer ministro en funciones compareció ante la prensa en un céntrico hotel lisboeta y anunció su despedida del poder ante las cámaras de la televisión, decenas de militantes y dirigentes de su partido.

El primer ministro, que renunció en marzo ante el rechazo parlamentario a su cuarto plan de austeridad y tuvo que pedir unas semanas después el rescate financiero de Portugal, felicitó a Passos Coelho.