París, Agencias

El partido conservador francés UMP convocó ayer para el próximo día 19, en Marsella, un «gran mitin de apoyo a la acción del presidente, Nicolas Sarkozy», el primero del actual jefe del Estado, que aún no ha anunciado oficialmente su candidatura a la reelección, aunque se espera que lo haga en los próximos días.

La prensa francesa especula con que Sarkozy anuncie su candidatura oficial el miércoles o el jueves próximos, en una entrevista con algún medio de comunicación. Hace cinco años, también presentó su candidatura oficial en Marsella, la segunda mayor del país, informa «Efe».

De momento, lo que se sabe es que el presidente de la República tiene en mente dar un giro a la derecha para reafirmar sus posibilidades, quizá porque teme que el granero de votos del ultraderechista Frente Nacional (FN) sea clave en la segunda vuelta de las presidenciales, que se celebrará el 6 de mayo.

Sarkozy adelantó el jueves al diario «Le Figaro» algunas de las propuestas de su programa electoral, que, bajo el título «Mis valores para Francia», incluye medidas tales como una reforma de auténtico calado en la prestación por desempleo. Sin embargo, a la pregunta de si va o no a presentarse a la reelección, se limitó a decir: «El momento se acerca».

El presidente reivindicó su derecho a anunciar oficialmente su candidatura lo más tarde posible, para poder dedicarse en pleno a su labor al frente del país, aunque confesó que está «reflexionando» sobre la forma en que la presentará.

Pero, a dos meses y medio de la primera vuelta, que tendrá lugar el próximo 22 de abril, y adelantado en todos los sondeos por el socialista François Hollande, Sarkozy comenzó a desvelar las líneas maestras de lo que será su programa.

«Trabajo, responsabilidad y autoridad» serán los ejes de su propuesta, los mismos que le llevaron al Elíseo hace cinco años.

En materia económica, desveló tres medidas esenciales, como la reforma de las negociaciones colectivas, una «revolución» en el cobro del subsidio de desempleo y la mejora de la competitividad empresarial mediante la bajada de los impuestos societarios compensados con una subida del IVA. Reformas todas que estaría dispuesto a llevar a referéndum.

Sarkozy reveló que la gran «revolución» que prepara consiste en convertir el subsidio de desempleo en una paga a cambio de formación obligatoria. «Al término de esa formación, que será obligatoria, el parado estará obligado a aceptar la primera oferta de empleo correspondiente al oficio para el que ha sido formado», dijo.

En políticas sociales, Sarkozy se situó en el extremo opuesto al candidato del Partido Socialista, al declararse contrario al matrimonio homosexual y a la eutanasia. Además, el actual inquilino del Elíseo aseguró que hará aún más restrictiva la normativa sobre inmigración, en otro guiño a los votantes del FN.