Damasco / El Cairo,

Agencias

El régimen sirio acusó ayer a países árabes y occidentales de ser cómplices en los atentados que el viernes sacudieron la hasta ahora tranquila Alepo, la capital económica del país, y dejaron un saldo de 28 muertos y más de 200 heridos.

En una carta, difundida a través de la agencia oficial de noticias, «Sana», y dirigida a los secretarios generales de la ONU, la Liga Árabe, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la Organización de Cooperación Islámica, las autoridades de Damasco se declaran víctimas de una «injusta campaña» internacional que habrían orquestado, precisamente, los países a los que implica -sin nombrarlos- en los ataques de Alepo.

En la misiva, el Ministerio de Exteriores denuncia que el crimen fue cometido por «partes respaldadas por países árabes y occidentales» con el objetivo de socavar la seguridad del país y de sus ciudadanos.

Horas después, una fuente oficial siria aseguró bajo condición de anonimato que el régimen de Bachar al Asad ha dado un plazo de 72 horas a Túnez y Libia para que cierren sus embajadas en Damasco, en respuesta a medidas similares adoptadas por esos dos países con las legaciones sirias en sus territorios.

En la última semana, se han intensificado los esfuerzos diplomáticos para aislar a Damasco. El jueves, Alemania expulsó a cuatro funcionarios de la Embajada siria por supuesto espionaje. El pasado día 6 Estados Unidos cerró su legación en Damasco y retiró a todo su personal allí por motivos de seguridad, informa «Efe».

Ese mismo día, la UE anunció que estudiaría nuevas sanciones contra el régimen, y el Reino Unido se sumó a esos anuncios con la decisión de llamar a consultas a su embajador en Damasco, lo mismo que hizo España.

La agencia oficial siria también informó de la muerte en Damasco del general de brigada Isa al Juli, director del Hospital Hamish de la capital, tras ser tiroteado por un «grupo terrorista» delante de su casa.

Los comités de coordinación local informaron de que continúa el asedio a Homs (centro), uno de los bastiones de la oposición. La ciudad es objeto de intensos bombardeos desde hace una semana y ayer, según esas fuentes, perecieron otras seis personas. Tanto la ONU como EE UU denuncian que las fuerzas de Al Asad están atacando a la población civil con armamento propio de «un conflicto a gran escala».

En el vecino Líbano, continuaron los enfrentamientos a tiros entre simpatizantes alauíes y detractores suníes del régimen sirio en la ciudad de Trípoli. Los choques estallaron el viernes y en ellos se registraron varios heridos. Ayer, al menos dos personas fallecieron en los enfrentamientos.