Teherán / Oviedo, Agencias

El Gobierno iraní inició ayer unas maniobras de defensa aérea de cuatro días en el sur del país para prepararse ante un eventual ataque a sus instalaciones nucleares y con la promesa de que protegerá la seguridad del estrecho de Ormuz, un punto clave para el tráfico marítimo mundial, y en particular para el de crudo, ya que el 40% del de Oriente Medio transita por ese paso.

Desde hace dos meses crecen las informaciones sobre un eventual ataque de Israel a las instalaciones nucleares iraníes para impedir que Teherán fabrique una bomba atómica. EE UU, que en principio no respalda unos ataques que oficialmente nunca condenaría, ha desplazado durante los últimos tres días a Israel al consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Donilon.

Donilon anunció ayer que el presidente Obama recibirá al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu el próximo 5 de marzo. Las relaciones entre Obama y Netanyahu son malas. La visita de Donilon se produce menos de un mes después de que el máximo jefe militar de EE UU, general Martin Dempsey, viajara a Israel para intentar, sin éxito, un compromiso hebreo de que no atacará unilateralmente a Irán. Las fechas barajadas para el ataque oscilan entre la próxima primavera y el otoño, en un abanico que va de abril a octubre.

El inicio de las maniobras aéreas iraníes se produce al día siguiente de que Teherán interrumpiese sus exportaciones de petróleo a Reino Unido y Francia, anticipándose al embargo de la UE, que no entrará en vigor hasta el 1 de julio próximo. China criticó ayer esta decisión.

Las maniobras, con centro en la base aérea de Jatam-ol-Anbiya, pretenden reforzar la red integrada de defensa aérea del país y modernizar sus tácticas, según fuentes oficiales, además de incrementar la preparación ante un eventual ataque contra zonas densamente pobladas, centros sensibles e instalaciones nucleares. También se busca incrementar movilidad y rapidez de respuesta ante una guerra asimétrica.

Mientras, los dos navíos iraníes que la pasada semana atravesaron el canal de Suez se encuentran atracados en el puerto sirio de Tartus, donde Rusia posee su única base naval del Mediterráneo. La misión oficial de los navíos iraníes es contribuir a la formación de las fuerzas navales sirias. Irán es el principal aliado islámico del régimen sirio, sometido a una creciente presión internacional en respuesta a la cruel represión con la que el Gobierno de Bachar al Asad ha respondido a la revuelta popular siria.

Entre tanto, los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) llegaron el domingo a Teherán para tratar con las autoridades locales asuntos pendientes sobre el programa nuclear iraní. Los inspectores no visitarán ninguna instalación nuclear, según anunciaron fuentes oficiales. Irán manifestó la semana pasada su voluntad de volver a la mesa de diálogo sobre sus planes atómicos.