El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha criticado este domingo las nuevas sanciones que prepara la UE contra las autoridades de su país y se ha referido a las recientes declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle, quien le calificó como "el último dictador de Europa".

"Mejor ser dictador que gay", ha afirmado Lukashenko, según recogen los medios de su país. Westerwelle es el primer ministro alemán que ha reconocido abiertamente su homosexualidad.

Lukashenko ha asegurado además que dará una respuesta contundente si finalmente se aprueban las sanciones. "Es una histeria absoluta. Como podéis ver, en primera línea hay dos tipos de político (...). Uno vive en Varsovia, el otro, en Berlín", ha indicado.

Polonia ha sido uno de los principales impulsores de las sanciones, con el apoyo de Alemania. "Allí hay quien ha gritado algo sobre dictaduras (...). Cuando lo escuché, pensé: mejor ser dictador que gay", ha argumentado.

Un total de 266 dirigentes bielorrusos han sido sancionados por la UE hasta la fecha por su participación en las campañas de represión contra la oposición tras las protestas electorales en 2006 y 2010 en distintas rondas, así como tres compañías vinculadas al régimen. Los Veintisiete también mantienen un embargo de armas sobre el régimen y de material susceptible de ser utilizado para la represión.