El Partido Republicano de Estados Unidos vivirá este martes una jornada decisiva en el marco de sus primarias internas con el conocido popularmente como 'supermartes', en el que diez estados votarán para elegir al candidato que prefieren para enfrentarse en las elecciones de noviembre al demócrata Barack Obama.

El exgobernador de Massachussetts Mitt Romney parte 'a priori' con ventaja y con el aval de haber ganado ya en seis estados, frente a los cuatro en los que se ha impuesto el exsenador ultraconservador Rick Santorum y la única victoria del antiguo presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich.

El cuarto precandidato en liza, el congresista Ron Paul, figura a la cola de este reducido pelotón, del que ya se han descolgado varios aspirantes y que parece comenzar a pasar factura al propio Partido Republicano, tanto por la falta de un claro presidenciable como por las disputas internas.

Georgia, Ohio, Tennessee, Virginia, Oklahoma, Massachusetts, Idaho, Dakota del Norte, Alaska y Vermont están llamados este martes a las urnas en el marco de una complicada aritmética de reparto de delegados que complica cualquier predicción. En total, se pondrán en juego más de 400 delegados, una tercera parte de los que necesita un candidato para asegurarse su nominación en la Convención Nacional Republicana de agosto, que se celebrará en Florida.

Hasta ahora, según estimaciones publicadas en los medios norteamericanos tras la última votación en el estado de Washington, Romney figura como destacado y cuenta ya con unos 170 delegados, por delante de Santorum, que suma 74, Gingrich, con 33, y Paul, con 31.

La clave del 'supermartes', tanto simbólica como práctica, podría estar en Ohio, estado de obligada victoria para cualquier republicano que quiera aspirar a la Casa Blanca en noviembre. Ningún republicano ha ganado la convención sin hacerlo en este estado, donde se repartirán 66 delegados.

Las encuestas sitúan a Romney por delante en Ohio, donde ha logrado en los últimos días el apoyo de figuras políticas clave y ha conseguido revertir unos sondeos inicialmente favorables a Santorum.

Según estimaciones de 'The New York Times', Romney podría cerrar la jornada obteniendo aproximadamente la mitad de los delegados en juego en los diez territorios. En concreto, dicha estimación prevé para él 217 delegados, ampliamente por encima de los 107 de Santorum, de los 61 de Gingrich o de los 25 de Paul.

Santorum, que se presenta a sí mismo como la verdadera opción conservadora frente al 'tibio' Romney, figura como favorito en Tennessee y Oklahoma, mientras que Gingrich previsiblemente hará valer su condición de favorito en su estado natal, Georgia. Paul, por su parte, suena como posible vencedor en Alaska, uno de los estados para los que apenas se han conocido estimaciones y en el que Romney logró el triunfo en las primarias de 2008.

Obama, por delante de todos

Con el Partido Demócrata sin el desgaste de unas primarias, ya que Obama aspirará a la reelección, los sondeos ponen de manifiesto que las votaciones internas entre los republicanos están dañando la imagen de la formación, hasta el punto de que ninguno de los cuatro precandidatos partiría con opciones de vencer al actual presidente en los comicios de noviembre.

Según una encuesta de la NBC y 'Wall Street Journal' publicada este lunes, cuatro de cada diez personas considera que el proceso de primarias ha mostrado las debilidades de los republicanos y empeorado su imagen, frente a uno de cada diez que piensa lo contrario. El sondeo ofrece un saldo negativo en materia de popularidad para todos los precandidatos, ya que en los cuatro casos son mayores las opiniones desfavorables que las favorables.

En cualquier caso, Romney sigue siendo la opción preferida por la mayoría, en concreto por el 38 por ciento, seis puntos por delante del apoyo sumado por Santorum. Gingrich y Paul aparecen empatados con el 13 por ciento de los respaldos.

El sondeo, elaborado en base a 800 entrevistas realizadas entre el 29 y el 2 de marzo, sitúa a Obama con ventaja de cara a las elecciones presidenciales y, según la encuesta, vencería a cualquiera de los republicanos que luchan en las primarias.

Obtendría una menor ventaja si fuese Romney la opción final --50 por ciento frente al 44 por ciento--, ya que con los otros tres precandidatos la ventaja se amplía: 50 por ciento a 42 por ciento si finalmente es Paul, 53 por ciento a 39 por ciento en una hipotética lucha con Santorum y 54 por ciento a 37 por ciento frente a Gingrich.