El ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, aseguró hoy que su país "da la bienvenida" al plan de seis puntos presentado por un enviado del Gobierno chino para acabar con la violencia, y que su gobierno "facilitará" la labor humanitaria de la ONU.

Según un comunicado del ministerio de Asuntos Exteriores, Damasco respondería "positivamente" a la aplicación de la iniciativa china, que propone un cese inmediato de la violencia y la apertura de un diálogo entre todas las partes, al tiempo que rechaza cualquier interferencia extranjera.

"El ministro expresó la voluntad de Siria de cooperar positivamente con el plan como camino hacia una solución basada en el cese de la violencia de cualquier tipo", señala la nota difundida por las autoridades sirias.

De igual forma, Mualem aseguró que el Gobierno se compromete a "facilitar los esfuerzos de Naciones Unidas en el campo humanitario" y a cooperar con el enviado conjunto de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, cuya llegada está prevista para el sábado.

El plan chino contempla el cese de toda la violencia, el lanzamiento de un diálogo global, el apoyo a la labor humanitaria y a los esfuerzos de Annan, así como el respeto a la soberanía siria y al principio de no interferencia extranjera.

El enviado de Pekín a Damasco, Li Huaxin, entregó hoy a Mualem una carta del canciller chino, Yang Jiechi, en la que este le exponía la propuesta de su país, que ha sido muy criticado por los países árabes y occidentales tras vetar las resoluciones de condena contra el régimen sirio en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Según dijeron a Efe fuentes diplomáticas occidentales, Li tiene previsto también reunirse con el líder del grupo más importante de la llamada "oposición interna", el Consejo de Coordinación Nacional, Hasan Abdelazim, así como con otros dirigentes opositores sirios como Luay Husein o Qadri Jamil.

Mientras, la subsecretaria general para Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Valerie Amos, se dirigió hoy a la castigada ciudad central de Homs tras llegar esta madrugada a Damasco, donde también se entrevistó con Mualem.

El sirio recordó que su gobierno apoyará el trabajo humanitario de la ONU "dentro del respeto a la independencia y soberanía de Siria, y en coordinación con el Ministerio de Exteriores", según el comunicado de su departamento.

Mualem aseguró que el régimen trata de hacer llegar ayuda médica y alimentos a todos los ciudadanos, aunque le resulta complicado por "las injustas sanciones impuestas por algunos países árabes y occidentales sobre Siria, que afectan directamente a los ciudadanos".

Más de 7.500 personas han muerto en Siria en los más de once meses que dura la rebelión contra el régimen de Bachar al Asad, según datos de la ONU, aunque los grupos opositores calculan que esta cifra sobrepasa los 8.500.