Jerusalén / Oviedo

El primer ministro israelí, el derechista Benjamín Netanyahu, criticó ayer con dureza a la ONU al subrayar que «no escuchó condena alguna» por el ataque antisemita de Toulouse. Netanyahu fue especialmente duro al unir en un mismo discurso el ataque de Toulouse y la visita anunciada para este domingo de un representante del movimiento islamista palestino Hamas al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, con sede en Ginebra. En el extremo más derechista del arco parlamentario, el diputado Yaakov Katz, de Unión Nacional, llamó a los judíos franceses a emigrar a Israel. Paradójicamente, el rabino asesinado había emigrado a Francia desde Israel hacía dos años y mantenía la nacionalidad israelí.