Oviedo / Bogotá, E. F. / Agencias

Trece años de cautiverio, el más largo conocido a manos de un grupo armado, llegaron a su fin al borde de la medianoche del lunes, cuando la guerrilla de las FARC puso en libertad a los diez últimos uniformados que tenía en su poder. Los cuatro militares y seis policías, liberados en plena selva por los guerrilleros, fueron trasladados por un helicóptero brasileño hasta el aeropuerto de Villavicencio, en el departamento colombiano del Meta, desde donde siguieron viaje a Bogotá. Estaba previsto que la liberación se produjera en dos tandas -la segunda, hoy, miércoles-, pero al final, por causas aún no explicadas, hubo una sola.

La liberación se produjo en el curso de una misión que duró unas cinco horas y que comenzó con dos de retraso por las malas condiciones atmosféricas. Los uniformados, cuya delgadez era evidente, fueron recibidos en Villavicencio a las puertas del helicóptero, por equipos médicos que los abrazaron para caminar junto a ellos por la pista.

Uno de los rehenes, el sargento de la Policía José Libardo Forero, aseguró que el grupo estaba «bien de salud», aspecto que fue corroborado horas después en Bogotá por el equipo médico asignado al caso. Forero, secuestrado el 11 de julio de 1999, agregó que había encontrado muy mayores y distintos a sus hijos, Libardo y Paola, de 17 y 13 años; más guapa a su mujer, Norma, y «muy canoso» a su padre.

Tras el desenlace, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, agradeció su apoyo a las partes involucradas, pero advirtió de que el gesto no es suficiente, al recordar que siguen cautivos más de 400 civiles colombianos. Con todo, Santos afirmó sobre la liberación: «Es un gesto que valoramos en toda su dimensión, es un paso importante, un paso en la dirección correcta». El presidente colombiano aplaudió «los compromisos de las FARC de no volver a secuestrar», pero matizó que mientras haya rehenes no habrá paz, en alusión a las operaciones militares que en las últimas semanas han acabado con la vida de setenta guerrilleros.

A este respecto, la mediadora en la operación del lunes, la ex senadora Piedad Córdoba, afirmó que las FARC enviarán próximamente un mensaje a Santos para proponerle nuevamente la posibilidad de buscar una salida negociada al conflicto armado, una oferta que el Gobierno ya ha rechazado en anteriores ocasiones.