El secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, y su homólogo surcoreano, Kim Kwan-jin, acordaron hoy estrechar la cooperación ante el previsto lanzamiento de un cohete norcoreano en los próximos días, algo que definieron como una grave provocación.

Según la agencia local Yonhap, Panetta y Kim mantuvieron hoy una conversación telefónica en la que subrayaron que trabajarán juntos para coordinar una postura de defensa mientras siguen de cerca el plan norcoreano de poner en órbita un satélite en un cohete de largo alcance.

La semana pasada Panetta mantuvo una conversación similar con su homólogo nipón, Naoki Tanaka, en la que acordaron también estrechar el contacto y compartir la información.

El régimen comunista de Pyongyang asegura que el lanzamiento, que coincide con las celebraciones por el centenario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung, tendrá fines científicos, pero tanto Seúl como Washington lo consideran una prueba balística encubierta.

Ambos países, junto con Japón y buena parte de la comunidad internacional, han instado a Corea del Norte a desistir de sus planes, e incluso Rusia y China, este último principal aliado de Pyongyang, han expresado su inquietud por el previsto lanzamiento.

El cohete de largo alcance que portará el satélite ya está ensamblado en la base de Sohae, en la provincia noroccidental de Pyongan del Norte, desde donde está programado su lanzamiento entre el jueves y el próximo lunes, según las autoridades norcoreanas.

Tanto Corea del Sur como Japón han asegurado que están preparados para derribar el cohete si éste amenaza su territorio.

El Ministerio surcoreano de Transporte indicó hoy que todos los centros de tráfico marítimo del país estarán preparados durante los próximos días para emitir alertas en caso de que el cohete o alguno de sus fragmentos amenacen con caer en rutas marítimas.

Según los datos de este Ministerio, se espera que la primera etapa del cohete lanzadera caiga en aguas a unos 275 kilómetros al sur de Seúl, mientras que la segunda etapa caería en el mar del este de Filipinas.

A la inquietud por el plan del satélite se ha sumado el temor a la posibilidad de que el país comunista efectúe su tercera prueba nuclear, después de que recientes imágenes satelitales mostraran movimientos inusuales en la base nororiental de Punggye-ri, donde Corea del Norte realizó un ensayo atómico en 2009 y otro en 2006.