La Cumbre de las Américas, recién finalizada, ha dejado diversas imágenes. Unas, las más serias, sobre los acuerdos firmados para combatir el narcotráfico, aunque los expertos hayan echado de menos más compromisos contra la pobreza.

Pero otras instantáneas nos recuerdan que los políticos también son seres humanos. La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, decidió comprobar de primera mano si la noche colombiana merece tanto la pena como dicen. Ni corta ni perezosa, se fue con su equipo de colaboradores a una discoteca de Cartagena de Indias, donde permaneció por espacio de media hora y, según los medios locales, se divirtió bailando y tomándose algunas cervezas.