Basora, Reuters

Cientos de miles de simpatizantes del Movimiento Al Sader, del clérigo radical chiita Muqtada al Sader, se concentraron ayer en la ciudad iraquí de Basora (Sur, capital del área chiita del país) coincidiendo con el 9.º aniversario del inicio de la invasión estadounidense de 2003 que puso fin al régimen de Saddam Hussein.

El acto se concentró en las críticas al Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki (chiita), al que los radicales acusan de no atender las necesidades del sector más desfavorecido del país. Parece, sin embargo, una demostración de fuerza chiita con vistas a la cumbre de la Liga Árabe que se celebrará en Irak del 27 al 29 de marzo.

Es la primera cumbre árabe en Irak en más de 20 años y la primera en un país gobernado por chiitas, secta musulmana sólo mayoritaria en Bahrein, Irak e Irán. Mujeres y hombres llegados de diferentes puntos exhibieron en la marcha ataúdes negros en los que figuraban escritas palabras como «electricidad», «educación» o «democracia».