Seúl, A. AMERISE

Corea del Norte advirtió ayer de que considerará «una provocación» cualquier alusión a su programa atómico en la próxima cumbre nuclear de Seúl, en medio de un aumento de tensión en la península por su plan de lanzar un satélite de observación en abril. Un lanzamiento que su vecino del sur cree que encubre el ensayo de un misil balístico.

El régimen norcoreano indicó, a través de la agencia estatal KCNA, que si los casi 50 jefes de Estado o de Gobierno que se reúnen el lunes y el martes próximos en Seúl adoptan una declaración sobre la «cuestión nuclear» norcoreana, ésta será interpretada como «una declaración de guerra».

También afirmó que «no existe» tal cuestión en el país comunista, que a finales de febrero alcanzó un acuerdo con EE UU para recibir ayuda alimentaria a cambio de suspender temporalmente su programa de enriquecimiento de uranio y sus pruebas nucleares y balísticas.