Nueva York / El Cairo

El Consejo de Seguridad de la ONU, incluidos Rusia y China, aprobó ayer una declaración -documento con rango inferior a una resolución y no vinculante- en la que apoya la labor de mediación del enviado especial de la Liga Árabe y de Naciones Unidas para Siria, Kofi Annan. En ella se advierte a Damasco de «nuevas medidas» contra sus intereses si no cumple en el plazo debido el plan de paz de Annan, del que han trascendido detalles como que incluye la liberación de detenidos o el comienzo de un diálogo entre Gobierno y rebeldes.

El texto, que no aclara a qué posibles «medidas» se refiere, llega días después de que Annan denunciase ante el Consejo la falta de compromisos por parte del Gobierno de Bashar al Assad e instase a la comunidad internacional a superar sus divisiones y hacer frente común contra la represión. La declaración también solicita el acceso «seguro» de ayuda humanitaria y reclama una transición hacia un sistema «democrático y plural» en Siria.

Las declaraciones del Consejo no son vinculantes y solo pueden prosperar con el apoyo unánime de sus 15 miembros, a diferencia de las resoluciones, vinculantes, que pueden prosperar con el voto de nueve miembros, siempre que no haya ningún veto.

Sobre el terreno, al menos 70 personas murieron ayer, entre ellos 14 niños y siete mujeres, a raíz de nuevos ataques de las fuerzas gubernamentales, informaron fuentes rebeldes. La red opositora situó la mayoría de las víctimas, unas 40, en Homs, duramente bombardeada.