Washington, Agencias

Estados Unidos ha suspendido la ayuda alimentaria a Corea del Norte por considerar que el satélite que tiene previsto lanzar Pyongyang en abril viola el acuerdo internacional que prohíbe el lanzamiento de misiles, informó ayer un alto cargo del Pentágono.

Ese lanzamiento «refleja su falta de deseo de continuar con sus compromisos internacionales, por lo que nos hemos visto obligados a suspender nuestras actividades para dar ayuda alimenticia a Corea del Norte», declaró el secretario de Defensa para asuntos de Asia y el Pacífico en funciones, Peter Lavoy, ante el Congreso.

Corea del Norte, bajo el nuevo liderazgo de Kim Jong-un tras la muerte de su padre, Kim Jong-il, en diciembre, se había comprometido con Estados Unidos a una moratoria de sus programas nucleares y de misiles a cambio de alimentos para paliar la hambruna que sufre el país.

«(Cuando lo suscribimos) Indicamos que la puesta en órbita de un satélite lo interpretaríamos como un lanzamiento de misil debido a que se utiliza esa tecnología», según explicó Lavoy al comentar que el acuerdo prohíbe el lanzamiento de misiles a Corea del Norte.

Pyongyang anunció a mediados de mes su intención de poner en órbita, entre los días 12 y 16 de abril, un satélite de observación terrestre mediante un proyectil de largo alcance para conmemorar el centenario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung.

EE UU, Corea del Sur y otros países han instado a Corea del Norte a cancelar sus planes, ya que consideran que encubre un ensayo de misiles de largo alcance que violaría las resoluciones de la ONU, pero el régimen de Kim Jong-un ha reafirmado su intención de seguir adelante con su cometido.

«El potencial de un acto de provocación de Corea del Norte en 2012 continúa siendo una gran preocupación», dijo Lavoy, que señaló que, con motivo del centenario del nacimiento de Kim Il-sung, Corea «tratará de mostrar que se ha convertido en una nación fuerte y próspera».

El portavoz del Pentágono agregó que el líder norcoreano, Kim Jong-un, «en el proceso de consolidación del poder y de su legitimidad, tal vez pueda hacerlo a través de un acto de provocación o de exhibición de la fuerza».

Entre tanto, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ofreció ayer en Teherán la ciudad de Estambul como sede de las reuniones que, a partir del 13 de abril, mantendrán representantes del Grupo 5+1 y de Irán para tratar el conflicto creado por el programa nuclear iraní.

Erdogan, que llegó ayer a Teherán desde Seúl, donde asistió a la II Cumbre de Seguridad Nuclear, declinó comentar en la comparecencia ante los periodistas si era portador de algún mensaje, en especial del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para las autoridades iraníes.