París / Oviedo,

Agencias / E. F.

La Policía francesa asestó ayer un duro golpe a los medios islamistas radicales del país, que se saldó con un total de 19 detenciones. Los arrestos llegan ocho días después de haber sido abatido Mohamed Merah, el asesino confeso de siete personas en la región de Toulouse, y al día siguiente de que sus restos fueran enterrados en un cementerio tolosano. Las detenciones de ayer se produjeron en su mayor parte en Toulouse y Nantes, aunque también las hubo en Le Mans, París, Lyon y Marsella.

Los capturados, a algunos de los cuales se les encontraron armas, no tienen relación directa con Merah -sólo su hermano Abdelkader ha sido detenido por sospecharse que era su cómplice, aunque se especula con la posibilidad de que haya un tercer hombre- sino con el grupo salafista radical Forsane Alizza.

Se trata de un grupúsculo radical disuelto por orden del Ministerio del Interior el pasado 29 de febrero al considerar que hacía llamamientos a la violencia. Entre los detenidos se encuentra el líder de la formación, Mohamed Achamlane, según indicaron medios locales, que precisaron que en su domicilio se encontraron armas. El corazón de la organización, de la que las autoridades francesas sospechan que organizaba el reclutamiento de militantes islamistas radicales, estaba en Nantes, al oeste del país.

El presidente Sarkozy confirmó personalmente los arrestos y adelantó que en las operaciones se confiscaron varios fusiles «kalashnikov». Sarkozy advirtió de que habrá más actuaciones como la de ayer en los próximos días y semanas.

Para el presidente francés, el amplio despliegue contra medios islamistas radicales está justificado por el trauma que han causado en la sociedad francesa los siete asesinatos de Merah, que, a su entender, han tenido un efecto similar al que produjeron en Estados Unidos los atentados del 11-S. «Esas personas no tienen nada que hacer en nuestro territorio», sostuvo el presidente, quien mostró su intención de «expulsar» a los islamistas radicales que viven en el Hexágono.

En esa misma línea se sitúa, añadió Sarkozy, la decisión de prohibir la entrada en el país de cuatro predicadores invitados a un congreso que se celebrará la semana próxima en las afueras de París. El presidente señaló que Francia «no quiere a personas que defienden valores contrarios a la República», para explicar ese veto.

El ministro del Interior, Claude Guéant, precisó que los ayer detenidos «son personas que en internet afirman ser muyahidines y dicen tener una ideología extremista radical, una ideología de combate». Guéant añadió que han tenido «un entrenamiento paramilitar».

Todas estas detenciones se producen, como los asesinatos de Merah, en plena precampaña para las elecciones presidenciales de los próximos 22 de abril y 6 de mayo. Los sondeos muestran cómo desde hace una semana Sarkozy, que marchó durante meses por detrás de su principal rival, el socialista François Hollande, ha tomado una leve pero sostenida delantera para la primera vuelta. De hecho, son ya seis las encuestas que le sitúan por encima de Hollande, con márgenes que oscilan entre 1,5 y 4 puntos.

Sin embargo, esta ventaja no se traduce, por el momento, en augurios de una victoria en la segunda vuelta, ya que, en las seis encuestas es Hollande quien se impone en ella, con márgenes que oscilan entre los seis y los diez puntos.