Tokio / Seúl, Agencias

Corea del Norte comenzó ayer a inyectar combustible en su cohete de largo alcance Eunha-3 con vistas a poner en órbita un satélite de observación terrestre en los próximos días, informó ayer un responsable del Comité Espacial del régimen comunista.

Según la agencia japonesa «Kyodo», el director del centro de control de satélites confirmó a un grupo de periodistas extranjeros que las operaciones de inyección de combustible están en marcha. El anuncio lo hizo durante una visita de la prensa al centro de control espacial, un día antes de que, hoy, se abra el período de cinco días durante el que se espera que el régimen lleve a cabo el polémico lanzamiento.

Según Pyongyang, el cohete se lanzará en algún momento entre hoy y el lunes, cuando las condiciones meteorológicas lo permitan y el líder norcoreano, Kim Jong-un, lo ordene. No se descarta que el propio mandatario esté en el centro de control durante el lanzamiento.

El organismo espacial norcoreano insistió, durante la visita de los periodistas a las instalaciones, en el norte de Pyongyang, en que se ha permitido el acceso a la prensa para mostrar «claramente» que se trata del lanzamiento de un satélite con fines pacíficos.

Sin embargo, una amplia parte de la comunidad internacional ha instado a Corea del Norte a que cancele su plan al considerarlo una prueba balística encubierta, lo que viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que exigen al país comunista que renuncie a sus ensayos de misiles y nucleares. Pese a los llamamientos, el régimen de Pyongyang insiste en que llevará adelante su plan y ayer en las pantallas del centro de control se podía ver cómo el cohete, cubierto con una lona verde, se encuentra en la plataforma de lanzamiento.

El Partido de los Trabajadores nombró, entre tanto, ayer primer secretario al líder norcoreano Kim Jong-un, lo que lo convierte en su máximo mandatario. Durante el IV Congreso del partido único, que arrancó en la capital, Pyongyang, rodeado de un gran secretismo, los delegados de la formación acordaron también nombrar «secretario general eterno» a título póstumo al fallecido líder Kim Jong-il, padre de Kim Jong-un.

Según la agencia estatal «KCNA», esta decisión supone «un reflejo de la voluntad unánime y el deseo de todos los miembros del Partido». La última vez que Corea del Norte reunió al poderoso Partido de los Trabajadores fue en 2010, ocasión que sirvió para nombrar a Kim Jong-un general de cuatro estrellas del Ejército, su primer alto cargo oficial, que empezó a dar pistas sobre la dirección que seguiría la sucesión en el poder en Pyongyang.

El nombramiento que podría terminar de consolidar en el poder al joven Kim es el de presidente de la poderosa Comisión Militar Central, máximo órgano del Estado, que podría producirse durante la próxima sesión de la Asamblea Suprema (Parlamento), convocada para mañana, viernes.