Beirut, Agencias

El Ejército sirio irrumpió ayer en la ciudad de Douma, al este de Damasco, y los rebeldes que luchan para derrocar al presidente Bachar al Asad perpetraron un atentando con bomba contra un convoy militar en la provincia de Alepo, en el noroeste de Siria. Todo ello pese a que hace diez días comenzó oficialmente un alto el fuego y pese a que el sábado el Consejo de Seguridad de la ONU acordó por unanimidad el despliegue de 300 observadores militares desarmados para supervisarlo.

Activistas opositores informaron de que las fuerzas gubernamentales habían matado ayer al menos a seis personas. El Ejército, equipado con carros de combate, irrumpió en Douma, y las fuerzas de seguridad abrieron fuego en la provincia de Idleb (noroeste).

En unas imágenes publicadas en internet por activistas y supuestamente grabadas en Douma este domingo, se ve humo gris saliendo de edificios y de fondo se oyen numerosos disparos. En un vídeo aparecen soldados con cascos y chalecos antibalas junto a un tanque.

Entre tanto, el enviado especial conjunto del secretario general de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, volvió a pedir ayer al Gobierno de Damasco que renuncie al uso de armamento pesado y que lo retire de las poblaciones