Kim Jong-un no tiene inconveniente en usar la tecnología de su enemigo norteamericano, mientras mantiene sus misiles nucleares apuntando hacia EEUU y sus vecinos surcoreanos. En una curiosa foto se puede ver al líder de Corea del Norte en su despacho junto a un ordenador Mac, de la compañía Apple.

Corea del Norte se declaró este sábado "estado de guerra" con su vecino Sur, anuncio que Seúl y Washington consideran un episodio más de su campaña retórica de amenazas, aunque extreman la vigilancia ante la posibilidad de un ataque.

"Desde este momento, las relaciones Norte-Sur entrarán en estado de guerra, y todas las cuestiones entre el Norte y el Sur se tratarán de acuerdo a la regulación de tiempos de guerra", expuso el régimen de Kim Jong-un en un comunicado difundido este sábado por la agencia estatal KCNA.

Pyongyang también declaró "finalizado" el "estado de la península coreana en el que no hay paz ni guerra", en referencia a la situación entre Norte y Sur desde la Guerra de Corea (1950-53), concluida con un armisticio que, al no haber sido reemplazado por un tratado de paz, sitúa a ambos lados como enemigos técnicos.

La nueva advertencia norcoreana se produce un día después de que el joven líder ordenara al Ejército Popular del país, uno de los más numerosos del mundo con 1,1 millones de efectivos, disponer sus misiles estratégicos para atacar "en cualquier momento" intereses de EEUU y Corea del Sur.