Un ciudadano afroamericano de 33 años de edad ha muerto en la ciudad estadounidense de San Antonio, en el estado de Texas, tras recibir varias descargas eléctricas aplicadas por dos agentes del orden que intentaban reducirle, según ha explicado el portavoz del Departamento de Policía de esa ciudad, Javier Salazar.

Los policías recurrieron a sus armas de electrochoque (táser) en dos ocasiones sobre el ciudadano estadounidense Norman Cooper, que falleció en el lugar de los hechos en torno a las 2.00 de la madrugada (hora local) del pasado domingo.

Los agentes habían sido enviados a la zona tras recibir un aviso sobre perturbaciones en un bloque de viviendas. Al llegar al lugar se encontraron con un hombre "de una gran estatura" bajo la influencia de alcohol o drogas, según ha añadido Salazar, quien ha precisado que la investigación al respecto sigue abierta.

Según la versión policial, el hombre se resistió a salir de la vivienda y uno de los agentes usó su táser para reducirlo. Cooper habría respondido de manera agresiva, arrancándose las cargas eléctricas, lo que provocó que el otro policía disparase también su arma de electrochoque, con fatal resultado.

La causa de la muerte está siendo investigada por el médico forense del condado de Bexar. Mientras tanto, los agentes han sido apartados temporalmente del cuerpo, según informan los medios locales.