La Cámara Baja de Italia aprobó ayer la reforma electoral del primer ministro centroizquierdista Matteo Renzi, conocida como "Italicum", un proyecto de ley polémico cuyo objetivo es mejorar la estabilidad gubernamental. La reforma, que entrará en vigor en julio de 2016, fue aprobada por 334 votos a favor, 61 en contra y 4 abstenciones.

Sin embargo, numerosos grupos se encontraban ausentes de la Cámara de los Diputados en señal de protesta por una ley que, a su entender, unida a la reforma constitucional que suprime el Senado, restringe el juego democrático. Entre los ausentes estaban Forza Italia, Movimiento Cinco Estrellas, Liga Norte, Hermanos de Italia e Izquierda Ecología y Libertad.

La norma establece un premio de mayoría para el partido que supere el 40% del voto. Si ninguna fuerza alcanza ese 40%, se convocará una segunda vuelta a la que sólo concurrirán los dos grupos más votados. Además, la ley sólo permitirá que obtengan escaños los partidos que superan el 3% de los votos.

Asimismo divide el territorio italiano en cien circunscripciones en las que cada partido propondrá una lista abierta de candidatos, con la excepción del número uno, que permanecerá bloqueado.

Este blindaje del cabeza de lista fue una de las exigencias impuestas por el ex primer ministro Silvio Berlusconi a Renzi para pactar la ley, y ha sido uno de los aspectos de la nueva norma más criticado por la minoría del Partido Democrático que se ha mostrado opuesta al proyecto impulsado por Renzi.