Los homosexuales rusos intentaron ayer celebrar, sin éxito por décimo año consecutivo, una marcha del orgullo gay. Un prominente líder homosexual, Nikolai Alekseyev, fue detenido en Moscú al intentar celebrar la marcha sin autorización y tras haber sido agredido por radicales ortodoxos. Militantes homosexuales acudieron en ayuda de Alekseyev, lo que desató una pelea que provocó la intervención policial y que se saldó con numerosos detenidos. Rusia prohibió en 2013 la propaganda de la homosexualidad entre menores. Una reciente encuesta asegura que un 37% de rusos cree que la homosexualidad es una enfermedad.