Tiendas de campaña, espacios comerciales y hasta túneles son los "campos de refugiados" improvisados que Italia ha instalado para dar cobijo y ayuda a los cientos de inmigrantes que se han quedado bloqueados en el país tras el cierre de las fronteras de los estados vecinos.

Son centenares de inmigrantes, en su mayorías eritreos y sudaneses, llegados en pateras desde Libia y atrapados en una Italia en la que no se quieren quedar y con destino a una Europa que los rechaza. Se supone que esta situación se ha creado ante el cierre del espacio europeo de Schengen hasta hoy, 15 de junio, debido a la ya finalizada cumbre del Grupo de los Siete (G7) celebrada en Alemania y por lo que los países limítrofes, Francia y Austria impiden el paso a los inmigrantes.

Por ello, desde hace días vagan por las estaciones de las principales ciudades italianas a la espera de coger el tren que les lleve a Suecia, Alemania o Francia, donde encontrar a sus familiares, y cuyo billete han pagado con un enorme esfuerzo económico que les ha dejado sin dinero.

Otro centenar pasó la noche como protesta sobre la escollera del puerto de Ventimiglia, la localidad de la región italiana de Liguria que linda con Francia, después de que la Gendarmería francesa les haya impedido el paso. Aunque con retraso, tras días de polémica, las autoridades italianas se han movilizado para crear improvisados campos de refugiados en Ventimiglia y en las proximidades de las estaciones Tiburtina de Roma y la Central de Milán.

Los llamados cubos en plexiglás, que se alquilan fuera de la estación Central de Milán como espacios comerciales, han sido destinados a dar cobijo a los cientos de inmigrantes que hasta ahora pasaban el día en la estación o en la plaza y jardines aledaños. En Roma, el Ayuntamiento y la Cruz Roja han instalado un campamento para ciento cincuenta personas. Italia amenazó con "cambiar de comportamiento" si "Europa no es solidaria". El jefe del Gobierno, Matteo Renzi, consideró "una provocación" la propuesta de la Comisión Europea sobre las cuotas de asilo y exigió superar definitivamente el convenio de Dublín sobre inmigración.