El hombre decapitado hallado en una fábrica química en el este de Francia era el gerente de la empresa de reparto en la que trabajaba el supuesto autor del crimen, informaron fuentes cercanas a la investigación.

Las fuentes explicaron a un grupo de medios que el sospechoso, identificado como Yasin Salhi, llegó a la empresa Air Products, en la localidad de Saint-Quentin-Fallavier, en una furgoneta que contaba con la autorización pertinente para acceder al lugar.

Según los primeros indicios, Salhi llevaba dentro del vehículo el cadáver del gerente de su empresa de reparto, con sede en la vecina localidad de Chassieu, a quien probablemente asesinó esta misma mañana.

Una vez allí, se dirigió a un extremo de la fábrica, dejó la cabeza del difunto sobre una valla junto a banderas con inscripciones islámicas y depositó el cuerpo a una decena de metros.

No se ha podido confirmar hasta el momento que las enseñas tengan relación con el yihadista Estado Islámico (EI), entre cuyas prácticas está la decapitación de sus víctimas.

Tras ello, el presunto asesino se dirigió a la entrada de la empresa y lanzó la furgoneta (se desconoce si con él mismo en su interior) contra bombonas de gas que había almacenadas. El impacto provocó una fuerte explosión.

A apenas 300 metros, una estación de bomberos fue alertada por la detonación y varios efectivos se dirigieron hacia Air Products, donde uno de ellos consiguió reducir por la fuerza al supuesto asesino.

Aunque carece de antecedentes policiales, el arrestado, de 35 años, padre de tres hijos y residente en Saint-Priest, en los arrabales de Lyon, había sido vigilado por los servicios secretos franceses entre 2006 y 2008 por su radicalización salafista, agregó Cazeneuve.

En ese año dejó de ser seguido por motivos que el ministro no precisó, aunque señaló que en ese periodo "no se identificó que participase en actividades de carácter terrorista".

El fiscal parisino François Molins ha confirmado que cuatro personas están bajo custodia policial por su presunta implicación en el atentado perpetrado este viernes.

En una breve rueda de prensa, Molins ha detallado que, además del autor del atentado, identificado como Yassin Salhi, su mujer y su hermana, así como un tercer sospechoso que fue visto dando vueltas con su coche por el complejo industrial, han sido detenidos.

"Otras personas que han podido participar en este crimen abyecto han sido detenidas. La investigación dirá si están implicadas y, si lo están, de qué manera", subrayó.

La esposa del presunto autor del atentado, que luego fue detenida por la policía, expresó en la emisora de radio "Europe 1" su sorpresa por los hechos y aseguró que son "musulmanes normales" que siguen el ayuno del Ramadán, pero consideró imposible que su esposo cometiera ese atentado.

"No veo el interés que tendría en hacer esto", dijo la mujer, que señaló que Salhi trabaja como chófer en una empresa de reparto.

Según el delegado del Gobierno en Isère, Jean-Paul Bonnetain, el vehículo en el que penetró el presunto terrorista en la fábrica industrial tenía permiso para hacerlo en un lugar declarado de "bajo riesgo industrial" y, por tanto, sometido a controles de acceso.

Un bombero, el héroe anónimo

Además, informó de que el bombero que consiguió reducir al presunto autor del atentado resultó "ligeramente herido" al enfrentarse con el agresor, pero que logró "dominar la situación" rápidamente.

El fiscal parisino François Molins explicó que alrededor de las 9.28 las cámaras de seguridad han grabado a una camioneta entrando en las instalaciones "con discreción".

Poco después, sobre las 9.36, las cámaras han avistado a un hombre entrando en un hangar cubierto instantes antes de que se produjera una fuerte explosión. Las fuerzas de seguridad llegaron al lugar y encontraron al sospechoso manipulando unas bombonas de gas.

Molins ha aclarado que los 43 trabajadores que se encontraban en la fábrica en esos momentos no corrieron peligro porque fueron evacuados rápidamente. Así lo ha confirmado también la empresa estadounidense propietaria del complejo industrial, Air Products.

La pista yihadista

Desde muy pronto, las autoridades francesas dieron prioridad a la pista del islamismo radical, mientras que el presidente, François Hollande, confirmaba desde Bruselas, donde participó en el Consejo Europeo, el carácter terrorista del acto.

El primer ministro francés, Manuel Valls, acortó su viaje a Colombia y anuló su desplazamiento a Ecuador para regresar a Francia.

El suceso se produce casi medio año después de que Francia sufriera los atentados contra el semanario satírico "Chalie Hebdo" y un supermercado judío en la capital francesa que se saldaron con un total de 17 víctimas.

Para Valls, el atentado demuestra que "la amenaza yihadista sigue siendo extremadamente elevada" por lo que no hay que bajar la guardia "en ningún momento".

"Todos los servicios del Estado están movilizados. No puede haber la mínima debilidad", señaló el primer ministro desde Colombia.

Por su lado, el alcalde de la vecina población de Villefontaine, Raymond Feyssaguet, consideró, en declaraciones a Efe, que el atentado se trata probablemente de "un hecho aislado".

"No hay que caer en la psicosis", pidió el regidor, que recordó que el polígono donde ocurrió el ataque es "la primera plataforma logística de Francia, muy bien comunicada con dos salidas a la autopista".