El líder supremo iraní, Alí Jamenei, descartó ayer categóricamente cualquier aproximación entre su país y Estados Unidos pese al acuerdo alcanzado con el Grupo 5+1 sobre su programa nuclear. "Con estas negociaciones y con este texto que se ha elaborado, de ningún modo se obtendrá un cambio de nuestra política frente al Gobierno arrogante de EE UU", afirmó en un sermón en Teherán con motivo de la fiesta del Aid al Fitr.

La máxima figura política y religiosa del país dijo también que Irán no tiene "nada que negociar con Estados Unidos" sobre "diferentes temas mundiales o regionales" o cuestiones "bilaterales" que no sean "excepcionales" como la cuestión nuclear

Particularmente, el líder recordó que Irán nunca podría negociar con un Gobierno como el de Estados Unidos que apoya al "régimen terrorista e infanticida" de Israel mientras que, a su vez, acusa de terrorismo a "dedicadas fuerzas de defensa nacional" como Hezbolá en Líbano.

En cualquier caso, se mostró favorable al contenido del acuerdo y agradeció el papel de los negociadores nucleares y al Gobierno del presidenre, Hasán Rohaní, pero advirtió de que "no permitirá ningún abuso del texto".

El acuerdo entre Irán y el 5+1 (Estados Unidos, Francia, China, Reino Unido, Rusia y Alemania) recoge el derecho iraní a tener una industria atómica propia, pero severamente limitada y controlada para que no pueda desviarse hacia fines bélicos, al mismo tiempo que se eliminan las sanciones que lastran su economía.

El pacto fue interpretado por Teherán como "un nuevo comienzo" de las relaciones de su país con el mundo.

Por su parte, Arabia Saudí ofreció ayer su aquiescencia al acuerdo nuclear entre Irán y las seis grandes potencias durante la reunión mantenida en Washington entre su ministro de Exteriores, Adel al Jubeir, y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Al Jubeir y Obama reconocieron que "una vez implementado en su totalidad, el acuerdo bloqueará todo camino de Irán hacia un arma nuclear y asegurará de manera verificable que el programa atómico de Teherán tiene exclusivamente fines pacíficos"

Arabia Saudí se mostró en público favorable al acuerdo diplomático, pese a ser el mayor rival de Teherán en la región y apoyar bandos contrapuestos en Yemen y Siria. En privado, los saudíes se muestran contrarios a que se levanten las sanciones económicas al régimen chií de los ayatolás, ya que "Irán quiere cambiar Oriente Medio y eso es inaceptable para los suníes".