Francia y el Reino Unido hicieron ayer una declaración conjunta en la que, tras las desavenencias de los últimos días, anunciaron un frente común contra la presión migratoria en el puerto galo de Calais. Franceses y británicos dejaron claro, con todo, que no pueden gestionar en solitario un problema que comienza con la llegada al sur de Europa de los inmigrantes clandestinos.

"Estamos haciendo frente a una crisis migratoria global que no afecta solamente a nuestros dos países. Responder a ella constituye una prioridad europea y una prioridad internacional", subrayaron en el comunicado los respectivos titulares de Interior, el francés Bernard Cazeneuve y la británica Theresa May.

En particular ambos responsables dirigieron su llamamiento a los socios comunitarios, a los que pidieron "compromiso y unidad" para atajar "de raíz" una crisis causada por la presencia en Calais, en lo que se ha dado en llamar "La nueva jungla", de unas 5.000 personas, que malviven en campamentos improvisados, "creyendo", afirmaron Cazeneuve y May, "que las calles (europeas) están asfaltadas con oro".

"Muchos de los presentes en Calais para intentar llegar al Reino Unido han pasado por Italia, Grecia y otros países. Francia no es para ellos más que un país de tránsito", resaltaron los responsables de Interior.

Ambos ministros, que sostuvieron que el final de la crisis es para sus Gobiernos una "prioridad absoluta", defendieron la eficacia del incremento de las medidas de seguridad. Los 120 policías adicionales que han llegado en los últimos días a Calais, elevando el total de efectivos en la zona a unos 500, han logrado reducir la entrada de inmigrantes por el túnel y el número de tentativas. Estas han pasado de ser varios miles a principios de semana a tan sólo unos cientos en las noches del viernes y el sábado.

A los refuerzos policiales hay que añadir que el final de las obras para reforzar la verja que protege los accesos al Eurotúnel estaba previsto para ayer y que Reino Unido enviará más perros de detección y barreras de refuerzo para transmitir el mensaje de que "no se podrá entrar en Reino Unido por la vía fácil". En todo caso, el anuncio del envío de estos refuerzos se hizo el pasado jueves pero anoche todavía no se había materializado.

Tanto May como Cazeneuve hicieron hincapié en que ponerle fin a la crisis implica ampliar el ámbito de actuación. "A largo plazo, toda respuesta perenne pasa por la reducción del número de personas que abandonan África para llegar a Europa por razones económicas", subrayaron los ministros en su declaración, en la que matizaron que "las naciones europeas siempre ofrecerán protección a quienes huyen de los conflictos y de las persecuciones", es decir, a los refugiados. May y Cazeneuve se empeñaron en diferenciarlos con nitidez de los inmigrantes por causas económicas que pretenden instalarse de modo irregular en territorio europeo. Mientras, numerosos medios de comunicación y diputados opositores siguen pidiendo a Londres que envíe al Ejército a resolver la crisis.