Ante la masiva avalancha de inmigrantes que sufre Europa, la ONU pidió ayer a Grecia que lidere las acciones frente al aumento de llegadas a sus costas y a Francia que aplique un plan de emergencia ante la crítica situación de Calais.

Según la ONU, en los primeros siete meses de este año más de 225.000 inmigrantes y refugiados llegaron a la Unión Europea por el Mediterráneo, de los que más de la mitad -unos 124.000- desembarcaron en Grecia. Las llegadas a las islas griegas se incrementaron en un 750 por ciento con respecto al año pasado.

Sólo en el mes de julio se registraron 50.000 llegadas a Grecia, 20.000 más que el mes anterior. Los refugiados sirios son el 63 por ciento total de las personas que llegan a Grecia, mientras que los afganos son la segunda nacionalidad más numerosa. La ONU pidió a Grecia que tome medidas y denunció las condiciones de recepción de inmigrantes en Calais (Francia). Además, calificó de preocupante el incremento de muertos entre los inmigrantes que intentan cruzar el Canal para llegar a Reino Unido y advirtió que reforzar la seguridad sólo empujará a los inmigrantes a afrontar mayores riesgos. Un portavoz alertó de que esto no es una crisis de inmigrantes, sino una emergencia de refugiados.