El Papa Francisco rememoró ayer el bombardeo nuclear contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, un hecho que constituye "un perenne llamamiento" a la Humanidad para que repudie la guerra. El Pontífice hizo un llamamiento a la Humanidad "para que repudie para siempre la guerra y acabe con las armas nucleares y de destrucción masiva".

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, revalidó ayer el compromiso de Japón contra el uso de armas nucleares tras la polémica reforma militar emprendida por su Gobierno, durante la conmemoración del 70.º aniversario del ataque atómico contra Nagasaki.

El alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, y un representante de los "hibakusha" rechazaron la reinterpretación de la Constitución impulsada por Abe, y lo instaron a respetar el camino pacifista que ha seguido a Japón en las últimas siete décadas.

"Esta reinterpretación puede llevarnos de nuevo a la guerra, o a que Japón maneje o transporte armas nucleares", afirmó Sumiteru Taniguchi, un "hibakusha" de Nagasaki de 86 años que sufrió graves quemaduras por el bombardeo atómico. Abe y su Gobierno se enfrentan a una oposición creciente de la población contra su plan.