El escándalo por los correos electrónicos con información potencialmente sensible que la exsecretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, envió desde sus cuentas privadas crece mientras en las encuestas baja su cotización como precandidata presidencial demócrata, que por primera vez baja del 50% (49%). Las agencias de inteligencia quieren revisar 300 correos a fondo, cifra que podría subir a mil.