Ayoub el Kahzzani, un marroquí de 26 años fichado desde 2014 por España por su radicalismo islámico y detenido tres veces por tráfico de drogas, es el autor del atentado contra los viajeros del tren Thalys entre París y Amsterdam, en el que dos personas resultaron heridas graves. Este yihadista retornado de la guerra de Siria vivió siete años entre Madrid y Algeciras. El Gobierno español había alertado a todas las policías europeas de su peligrosidad.

Las huellas que se le tomaron en una de sus detenciones por narcotráfico han sido claves para su identificación, ya que no llevaba documentación al ser detenido el viernes por la Policía francesa en la estación de Arras, ciudad del Norte adonde fue desviado el tren tras el ataque y después de ser reducido por tres viajeros.

El marroquí estaba desde 2014 en los registros de la Dirección General de la Seguridad Interior de Francia (servicios secretos) con una ficha "S" de personas potencialmente vinculadas con grupos terroristas porque en febrero de ese año España les había informado de su deriva integrista y de que era susceptible de ir a Francia.

Kahzzani vivió siete años en España, en concreto hasta 2014, primero en Madrid y después en Algeciras, por lo que las autoridades españolas habían advertido a las francesas en febrero del año pasado de su islamismo radical.

El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, indicó que después residió en Bélgica en 2015, pero eludió referirse a las informaciones filtradas desde España sobre su presencia en Francia y sus viajes a Siria e insistió en que la cooperación de las policías y los servicios de inteligencia europeos tendrá que establecer "el recorrido y los desplazamientos de este terrorista".

Varios medios franceses, como la cadena BFM TV, revelaron que Francia advirtió a España el 11 de mayo pasado de que un día antes había detectado a El Kahzzani en un vuelo Berlín-Estambul, una primera etapa para entrar en Siria. La respuesta de los servicios secretos españoles fue que ya no vivía en Algeciras, sino en Bruselas.

El detenido está siendo interrogado en la sede de la Subdirección Antiterrorista (Sdat) en las afueras de París. Más allá de negar toda intencionalidad terrorista, pretendió convencer a los agentes de que su objetivo era robar a los pasajeros del Thalys al que se había subido en Bruselas y que las armas que llevaba se las había encontrado en un parque de la capital belga. Lo cierto es que llevaba un fusil Kalashnikov con nueve cargadores llenos, una pistola con cargador completo, un cúter y un líquido aparentemente inflamable.

Según el relato de Cazeneuve, un francés que iba al baño de su vagón se dio de bruces con él cuando salía con su Kalashnikov, y cuando intentó neutralizarlo le disparó. Entonces intervinieron dos militares estadounidenses -Spencer Stone y Alex Skarlatos-, que forcejearon con él, ayudados por al menos dos personas más, hasta desarmarlo, neutralizarlo en el suelo y atarlo.

Stone, quien lo agarró por el cuello mientras Skarlatos le quitaba el arma, resultó herido de arma blanca, y otro pasajero, un franco-estadounidense, recibió una bala en la espalda. Stone salió ayer del hospital de Lille, mientras que seguía allí ingresado en estado grave el herido de bala, que no ha querido que se divulgara su nombre.

Chris Norman -un británico de 62 años que también participó en la acción para desarmar a El Kahzzani de un total de cinco personas- relató que tras esconderse en un primer momento decidió intervenir al ver actuar a los estadounidenses.