La tensión entre Colombia y Venezuela aumentó ayer con la llamada a consultas del embajador de Caracas en Bogotá. La llamada a consultas se realizó poco después de que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, también convocara a su embajador en Venezuela ante la negativa del Gobierno de Maduro de permitir la entrada al defensor del Pueblo colombiano en ese país para tratar el tema de los deportados.

Esta crisis tiene su origen en el cierre de la frontera entre las ciudades de Cúcuta (Colombia) y San Antonio de Táchira (Venezuela) por orden de Maduro, como parte de una supuesta campaña contra el contrabando y los paramilitares. En los últimos días más de 1.100 colombianos que vivían en Venezuela fueron deportados y al menos 4.200 han abandonado sus hogares por temor a ser expulsados.

En medio de esta situación, un 70,4% de los venezolanos evaluó en un sondeo de forma negativa la gestión del presidente Nicolás Maduro y un 57% aseguró que apoyará a la oposición en las legislativas del 6 de diciembre.