Las dos primeras encuestas hechas públicas en la precampaña de las elecciones legislativas griegas sitúan en primera posición a Syriza, la formación izquierdista del dimitido primer ministro Alexis Tsipras, pero con los conservadores de Nueva Democracia pisándole los talones. El presidente de Grecia, Prokopis Pavlopoulos, firmó ayer el decreto de disolución del Parlamento y fijó la fecha de los nuevos comicios en el 20 de septiembre, el día propuesto por Tsipras la pasada semana con motivo de su dimisión.

El país está desde ayer gobernado por un Ejecutivo interino encabezado por la presidenta del Tribunal Supremo, Vassiliki Thanou. La nueva primera ministra, que es la primera mujer que accede a este cargo en Grecia, y su equipo, en los que se entremezclan tecnócratas y políticos, tomó posesión ayer mismo, poco antes del decreto presidencial.

Según el primero de los dos sondeos conocidos ayer, el difundido por el diario "Efimerida Ton Syntakton", Syriza recoge una intención de voto del 23% (en las elecciones de enero obtuvo un 36,34%). En segundo lugar, Nueva Democracia, con un 19,5 por ciento (27,81% en enero). En tercer lugar siguen estando los neonazis de Amanecer Dorado, con un 6,5 % (6,28% en enero), seguidos de los comunistas del KKE (5%), los socialdemócratas del Pasok (4%) y los centristas de To Potami (4%). La recién creada Unidad Popular, fruto de la escisión de Syriza que situó a Tsipras en minoría y le obligó a dimitir tras la aprobación del tercer rescate, tiene un 3,5% de apoyo.

Una segunda encuesta, elaborada por Metron Analysis, estrecha aún más la distancia entre el primero y el segundo. Según el sondeo, difundido por la tarde, Syriza recoge una intención de voto del 29% mientras Nueva Democracia sube hasta el 27,8%, lo que reduce las diferencias a poco más de un punto.

En lo que sí coincide este segundo estudio con el primero es en pronosticar para Unidad Popular un voto en el entorno del 3 por ciento. La encuesta sitúa como tercer partido a Amanecer Dorado, con un 8,3%, seguido por el centrista To Potami, con el 6,7%.

La nueva llamada de los griegos a las urnas se produce apenas ocho meses después del triunfo electoral de Syriza. Con tan solo 23 días de duración, la actual será una de las campañas electorales más cortas en la historia de la democracia de Grecia, tan solo superada por la vivida en 1996, que duró dos días menos, el mínimo que establece la ley.

Las elecciones se hicieron necesarias después de que la semana pasada Tsipras presentara su dimisión como primer ministro, con el argumento de que necesita un mandato renovado para poder aplicar el tercer programa de rescate a Grecia, que, al fin y al cabo, está en las antípodas de las promesas que Syriza hizo antes de las elecciones del 25 de enero. En realidad, Tsipras prefirió dimitir a presentar una moción de confianza que hubiera perdido.