La posibilidad de que el izquierdista de raíz marxista Jeremy Corbyn se haga con el liderazgo del laborismo británico en las primarias en curso para elegir sustituto a Ed Miliband sigue provocando sarpullidos, en particular en los altos cuadros del partido, que temen perder sus escaños y regalías.

Así, el ex primer ministro Tony Blair (1997-2007), el autor de la mayor derechización conocida por el "labour" en su centenaria historia, pidió a las bases que rechacen las políticas que ofrece Corbyn, porque, dijo, supondría llevar a la formación al abismo.

Quien fuera íntimo aliado de EE UU en la invasión de Irak publicó ayer un artículo en el dominical "The Observer" que representa su segunda intervención en el proceso. En el texto, Blair pide el repudio de lo que califica de políticas de "Alicia en el País de las Maravillas" de Corbyn y anticipa que con ese líder el partido no conseguirá ganar en las urnas.

Además de Blair, otras destacadas figuras laboristas, como el ex primer ministro Gordon Brown, sucesor de Blair derrotado por el conservador Cameron en 2010, y el antiguo líder Neil Kinnock, derrotado cuatro veces consecutivas por los conservadores entre 1983 y 1992, también han pedido a sus compañeros de filas no votar a Corbyn.

"Es como un conductor que se encuentra un bloqueo en un camino por el que nunca ha estado y al que tres veteranos con canas le dicen: 'no vayas más allá, hemos ido y vuelto por este camino muchas veces y te estamos advirtiendo de que hay rocas caídas, deslizamientos de tierra, bifurcaciones peligrosas y después un precipicio", pero el conductor les dice: 'dejad de ser tan protectores, yo sé lo que estoy haciendo'", escribe Blair.

El ex primer ministro añade que la "realidad paralela" de Corbyn aparece en "el mundo de Alicia en el País de las Maravillas" e insiste en que en el pasado, durante treinta años, el partido se presentó y perdió en las urnas con las políticas que ofrece Jeremy Corbyn.