El partido de la canciller alemana, Angela Merkel, la CDU, estudia privar a los refugiados llegados estos meses del salario mínimo, establecido actualmente en 8,5 euros por hora trabajada.

El viceministro de Finanzas de la CDU, Jens Spahn, defendió la necesidad de introducir cambios en la legislación que entró en vigor este año para garantizar el acceso al mercado laboral de los cientos de miles de asilados.

La ley del salario mínimo fue una de las principales reivindicaciones políticas del Partido Social Demócrata (SPD), socio de la coalición que encabeza Merkel, por lo que previsiblemente se opondrá a cualquier tipo de modificación que menoscabe la normativa vigente.

La crisis de los refugiados ha afectado profundamente a la canciller alemana, que cae al 38,5% de apoyo en los sondeos, su peor nivel en un año. Sus socios de coalición, el SPD, también descienden, hasta el 23,5%, lo que sitúa a la "gran coalición" en su nivel más bajo de popularidad de los últimos dos años.

Por otro lado, el Gobierno de Austria amenaza con usar la violencia para vigilar las fronteras ante la falta de una solución internacional a la oleada de desplazados. "Hay que ser conscientes de que si no hay una solución internacional, sólo hay dos posibilidades: seguir con la actual manera de proceder o conducirse de forma más severa en la frontera, lo que significa actuar con violencia", alertó la ministra de Interior, Johanna Mikl-Leitner.

La política conservadora consideró que esa estrategia de mano dura provocaría "imágenes como las de Macedonia", en referencia a las escenas de la Policía de ese país usando material antidisturbios contra los refugiados.

Mikl-Leitner indicó que si se produce una situación de atasco, debido a que entran en Austria más refugiados de los que salen, la única opción será impermeabilizar la frontera.

Austria es, principalmente, un país de tránsito de los desplazados y emigrantes que huyen de la guerra y la miseria en países de Asia y Oriente Medio a través de la ruta de los Balcanes en dirección a Alemania y otros países de Europa.

Grecia

Desde que comenzó el año, un total de 186.700 desplazados han llegado a la isla griega de Lesbos, por ello se ha acordado crear un segundo centro de acogida en la capital, que sirva como recinto de alojamiento para los refugiados.

El único punto de acogida dispuesto hasta ahora por las autoridades griegas llenó su cupo tan pronto se inauguró en agosto pasado, así que los desplazados tienen que acampar en lugares públicos de manera precaria.