La OTAN evalúa unirse en tanto que organización a la coalición internacional contra el Estado Islámico (EI) que lidera Estados Unidos, cuyos miembros acordaron hoy acelerar su campaña para derrotar a ese grupo terrorista en Irak y Siria.

"Los objetivos son derrotar primero el tumor del EI en Irak y Siria, combatir sus metástasis y proteger a nuestras naciones", declaró en una rueda de prensa tras un encuentro de ministros de la coalición el secretario estadounidense de Defensa, Ashton Carter.

Carter, que convocó este encuentro al término de una reunión de dos días de los titulares de Defensa de los países aliados en la sede de la OTAN en Bruselas, aseguró que la Alianza Atlántica "explora la posibilidad" de unirse a la coalición "gracias al liderazgo" de su secretario general, Jens Stoltenberg.

"Esto es un acontecimiento significativo" teniendo en cuenta que los 28 aliados participan en la coalición, pero no la OTAN como organización, indicó Carter, quien aseguró que como "nuevo miembro aportaría "capacidades únicas" como "experiencia en impulsar las capacidades de sus socios, formar a fuerzas terrestres y dar apoyo para la estabilización".

La OTAN había anunciado hoy un acuerdo político para que sus aviones Awacs de vigilancia sustituyan capacidades nacionales de los aliados para que éstos puedan llevarlos a Siria e Irak e incrementar sus bombardeos contra blancos terroristas.

En la sesión con los países de la coalición, a la que estaban invitados 49 naciones participantes u observadoras, se acordó "acelerar" sus operaciones militares para derrotar a la organización terrorista en Irak y Siria y se dio un "apoyo unánime a los objetivos y conceptos operacionales" del plan de campaña militar propuesto por Washington.

Ese plan contempla más contribuciones de los países para vencer al EI, nuevas aportaciones que se espera lleguen en una conferencia de generación de fuerzas en marzo.

Para lograr esas metas en Irak y Siria, afirmó Carter, "tenemos dos grandes flechas apuntando a Mosul y Al Raqa, donde intentamos colapsar el control del EI de estas dos ciudades".

Tomó nota del progreso de la implicación de los miembros de la coalición y destacó que varios socios del golfo Pérsico han indicado que intensificarán sus actividades y, en concreto, Arabia Saudí "revitalizará" su campaña aérea.

Sobre la posibilidad de ir más allá de las fuerzas especiales que ya tienen desplegadas algunos países con tropas sobre el terreno, Carter dijo que el "enfoque estratégico y el que tiene sentido en la coalición es permitir fuerzas locales motivadas y capacitadas" que puedan hacerse cargo del territorio.

"Al final, el terreno que se recupera del EI tiene que ser ocupado y gobernado por personas de esa área", apuntó.

Para el ministro español de Defensa en funciones, Pedro Morenés, "la victoria contra el EI tiene que ser aceptada por todos, muy fundamentalmente por los países que sufren la amenaza" y subrayó que la visión de países de la región es "fundamental".

Morenés explicó que, según la información proporcionada por Carter, la lucha contra el EI en Siria e Irak "va bien" y "se han recuperado plazas importantes".

"Pero precisamente porque lo estamos consiguiendo, hay un objetivo nuevo de aprovechar la inercia de los éxitos y acelerar" el fin del EI, señaló.

Respecto a Libia, cuya situación de estado fallido está propiciando el auge del EI en su territorio, Carter afirmó que se abordó el asunto en la reunión y que el objetivo allí es "juntar a las partes para que puedan resolver sus diferencias" y lograr el respaldo de todos los libios.

"Italia ha indicado que tomaría la iniciativa", afirmó y agregó que ese país ya "ha hecho mucha planificación al respecto y ha informado de ello". Añadió que Estados Unidos y otros socios de la coalición han "comprometido su apoyo para esa operación". "Nadie quiere ver a Libia en la situación que ya vemos en Siria e Irak", concluyó.