El Ejército ruso seguirá apoyando con medios aéreos las ofensivas del Ejército sirio del régimen de Bachar al Asad contra lo que Damasco llama "grupos terroristas", denominación bajo la que engloba a todos los opositores, tanto los vinculados al ELS (o moderados) como los de corte yihadista como el Estado Islámico o Al Qaeda.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, explicó que "pese a la retirada de una parte considerable de nuestro contingente de Siria, las divisiones que permanecen en dos puntos de emplazamiento temporal seguirán luchando contra los grupos terroristas", según informó la agencia de noticias Sputnik.

El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el pasado 14 de marzo, coincidiendo con el arranque de la conferencia de paz de Ginebra, la retirada del grueso de las fuerzas desplegadas en Siria, pero informó de que Rusia mantendrá su presencia en el puerto sirio de Tartus y en la base aérea de Hmeymim. Putin destacó ayer la liberación de Palmira -cuya zona antigua es de elevado valor arqueológico-, arrebatada por Damasco al Estado Islámico (EI). Siria considera que el complejo arqueológico se encuentra "en buen estado" tras un año en manos del EI, mientras Rusia estimó que ha sufrido daños graves.