Los cinco sospechosos detenidos en relación con el atentado de Niza de hace una semana en el que murieron 84 personas han sido trasladados a París para comparecer ante la justicia antiterrorista y se espera que se abra una investigación judicial contra ellos, según ha informado la Fiscalía de la capital en un comunicado este jueves.

Los detenidos son cuatro hombres y una mujer, de edades comprendidas entre los 22 y los 40 años, sospechosos de haber estado en contacto con el autor de la matanza, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, o de haberle suministrado un arma.

En el caso del más joven de los sospechosos, recibió un SMS de Bouhlel minutos antes del atentado en que le felicitaba por la "pistola" que le había suministrado, así como un albanés de 38 años, que fue quien le suministró la pistola a éste, detenido el domingo junto a su pareja.

Bouhlel mató a 84 personas en la noche del pasado 14 de julio tras arrollarlas con su camión en el Paseo de los Ingleses de Niza, donde se habían congregado para participar en los festejos del Día de la Bastilla.

El grupo terrorista Estado Islámico ha reivindicado la autoría del atentado, pero a fecha de hoy las autoridades francesas siguen sin encontrar ningún vínculo entre el autor y dicha organización. Según 'Le Figaro', más de 200 investigadores de la Dirección Central de la Policía Judicial (DCPJ) están revisando los mensajes enviados por Bouhlel.

"Ningún testamento póstumo ni muestra de juramento de lealtad" han sido encontrados por los policías que participan en la investigación, ha indicado al diario una fuente cercana al caso.

El fiscal de la República, François Molins, había subrayado el lunes que el autor de la masacre parecía estar "demasiado alejado de las consideraciones religiosas, (ya que) no practicaba la religión musulmana, comía cerdo, bebía alcohol, consumía drogas y tenían una vida sexual desenfrenada", si bien se había dejado crecer la barba en los últimos días.