Más de un millón de personas se concentraron ayer en Estambul en una manifestación convocada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y por su partido (los islamistas del AKP) para condenar el fallido intento de golpe de Estado del pasado 15 de julio. En presencia de este multitudinario apoyo, a cuya convocatoria se sumaron los dos principales partidos opositores, Erdogan pidió el restablecimiento de la pena de muerte, desafiando de esta manera las críticas de Occidente y, en particular, de la Unión Europea a las purgas masivas que ha perpetrado desde el golpe.

Para Erdogan, Turquía debe restaurar la pena de muerte, "dado que se utiliza en la mayor parte del mundo" y es una demanda del pueblo. "El Parlamento debe decidir sobre la pena de muerte. Si la aprueba, yo lo firmaré", dijo el jefe de Estado turco, para quien, "si la gente lo quiere, los partidos deben respetar su voluntad".

Las últimas ejecuciones en Turquía se perpetraron en 1984, cuatro años después del golpe militar de 1980, que hizo un amplio uso de esa condena, pero la abolición legal de este castigo sólo llegó en 2004. Para reintroducir la pena de muerte en el ordenamiento jurídico turco sería necesario reformar el artículo 38 de la Constitución, para lo que actualmente no parece haber mayoría suficiente en el Parlamento.

Durante la multitudinaria concentración de ayer se pudo ver a personas con monigotes negros con el rostro del predicador Fethullah Gülen colgado de una horca. Erdogan acusa del golpe del 15 de julio a Gülen, un predicador turco residente en Estados Unidos desde 1999, cuya cofradía era hasta 2013 su más firme aliado. Gülen niega toda implicación en la asonada.

La concentración de ayer en Estambul resultó impresionante y sobrecogedora. Un mar de banderas turcas cubrió el recinto Yenikapi de Estambul durante el llamado "Encuentro por la democracia y los mártires". Unos 400.000 metros cuadrados de terreno fueron habilitados para el acto.

Entre la multitud había personas con carteles en los que se leía "Erdogan es un regalo de Dios" o "Moriríamos por el presidente", así como fotografías del jefe del Estado y del fundador de la república, Mustafa Kemal Atatürk Se trata de la primera vez en décadas que las formaciones opositoras -a excepción del prokurdo HDP, no invitado- acuden a una concentración de apoyo al Gobierno. El mitin comenzó con el himno nacional, seguido de una recitación del Corán.